Una familia oriunda de Posadas tuvo una enorme sorpresa al llegar a su casa de fin de semana en la localidad correntina de Ituzaingó, donde hallaron una camioneta cargada con casi una tonelada de marihuana y estacionada, aunque parezca increíble, en el espacio del living-comedor
La Policía activó de inmediato una investigación en la que un hombre, contratado para el cuidado de esa vivienda, aparece como el principal sospechoso. Hasta anoche continuaba en calidad de prófugo y era intensamente buscado, no solamente por la fuerza provincial sino también por Gendarmería Nacional y Prefectura Naval.
El sábado a la tarde los propietarios de una casaquinta situada en la Chacra 179 del denominado barrio La Cueva del León, próximo al barrio La Florida y a pocos metros de la costa del río Paraná, quedaron literalmente con “sus bocas abiertas” al entrar y descubrir una pick up Chevrolet S-10 gris, de vidrios polarizados, no en un garaje sino dentro mismo del living.
Alarmados ante semejante hecho, las personas llamaron a la Policía. Acudieron efectivos de la comisaría Tercera, de la División Policía Rural e Islas y de la sección Investigaciones de la Unidad Regional Sexta.
Con intervención de las autoridades judiciales realizaron la requisa del vehículo en el que había bultos (en la cajuela y asientos, menos el del conductor) cargados con 1.068 paquetes tipo “ladrillos”, en un peso total de 988,217 kilogramos.
Los dueños de la casaquinta precisaron que hacía algunas semanas no viajaban de Misiones a Corrientes. Y justo ese día no comunicaron a su casero que iban a llegar. Lo llamaron poco antes de llegar a Ituzaingó y desde entonces esa persona “desapareció”.
Desde la Regional Sexta articularon todas las medidas de búsqueda necesaria. Emitieron un pedido de localización del sospechoso al resto de las fuerzas de seguridad y reparticiones regionales de la institución provincial. Ayer, incluso, allanaron su domicilio en el que tampoco dieron con él, añadió una fuente consultada por época.
Tal como hace algunos años sucedió en la localidad de San Cosme, se presume que aprovechando la ausencia y desconocimiento de sus dueños casas de fin de semana eran usadas como “aguantaderos” por bandas narcotraficantes.
Para entrar la camioneta en el living los maleantes retiraron paneles de una puerta corrediza. Seguramente nunca tuvieron previsto que los propietarios llegarían de forma sorpresiva.
Fuente: diario Epoca/ Tu Misiones