Dos obereños contaron a OberaInside cómo vivieron el multitudinario show que dio Carlos Alberto, “el Indio” Solari, el sábado 11 de marzo, en las instalaciones del predio del hipódromo “La Colmena”, en Olavarría, ante, aproximadamente unas 500. 000.
Erick Horrisberg y Emilce Ede, fueron dos obereños que, como tantísima gente, pagaron un Tour y la correspondiente entrada para sumarse a la fiebre de la “misa Ricotera” desatada por el ex integrante del legendario grupo de Rock: “Los Redonditos de Ricota”
Como es costumbre, la cuidad estaba repleta del fanáticos del Indio, quienes llegaban al pueblo de Olavarría en micros, combis, y cualquier otro medio, todo con tal de no perderse el mega – recital de su ídolo. Que había sido anunciado como “la revancha”, debido a que la banda había sido prohibida en aquella ciudad.
“Estaba todo colapsado por los fans”
Erik contó a OberaInside que, cuando llegaron a las cercanías de Olavarría en horas del mediodía del pasado sábado, el tránsito estaba totalmente colapsado. “Tuvimos que hacer kilómetros y kilómetros de cola. Llegamos a Olavarría al mediodía y, el micro recién se pudo estacionar en su lugar, alrededor de las 17:00. Era realmente impresionante”, dijo.
A pesar de lo masivo y del alto congestionamiento de todo tipo de vehículos, típico de este tipo de convocatorias, en aquellos momentos, al igual que en los días previos al show, todo era una fiesta y Rock And Roll. Nadie podía presagiar que, instantes después, en medio de canciones, euforia y alegría, dos personas perderían la vida.
“Literalmente, se desbordó todo, faltó seguridad”
Así respondió Erick Horrisberg cuando se le preguntó, si, desde su punto de vista, había fallado en la organización del recital que terminó con un saldo de dos víctimas fatales y una decena de personas descompensadas y extraviadas a la salida del show.
El joven obereño, destacó que, él y, su compañera, la joven, también obereña, Emilce Ede, tuvieron la suerte de estar en un lugar, “tranquilo” desde donde pudieron vivir el recital, sin inconvenientes. Sin embargo, en seguida, Horrisberg, señaló que hubo falencias en materia de la seguridad y de organización “Esperaban a 300.000 personas y, en el predio, habían muchísima más cantidad de gente” (se estima que el total eran unas 500.000). “Faltó seguridad. Ante semejante multitud, literalmente se desbordó todo”, afirmó Erick. “Este mega evento, se estuvo promocionando desde el año pasado, todo lo que pasó, se debería haber prevenido”, agregó Emilce Ede. Ambos jóvenes, aseguraron que el cantante no es el culpable de la avalancha, ni de las dos muertes.
“Me da bronca que culpen al Indio, él no fue el culpable”
Fue lo que expresó la joven fanática del ex integrante y fundador de “Los Redondos”: “Aunque entiendo que por el dolor de la pérdida de un ser querido, responsabilicen de lo sucedido al primero que ven, en este caso, al indio”, señaló Emilce. “El indio no tuvo la culpa de las dos muertes, incluso paró varias veces el show, muy preocupado porque veía que había gente desmayada sobre las vallas”, comentó la joven. “Desde la primera canción, el Indio solicitaba al público presente que se retire por lo menos 20 metros para que pudieran dar asistencia a todas las personas”, sostuvo Erick. Muchos otros que estuvieron en el predio “La Colmena”, no dudaron en decir a los Medios de Prensa que, si Solari hubiera cancelado el recital, el saldo de víctimas podría haber sido peor.
Cabe destacar, además que, según las autopsias oficiales, las dos personas fallecidas, no murieron por aplastamiento de la “avalancha humana que se generó en un momento del recital, sino q ue, Javier León, de 42 años, y Juan Francisco Bulacio. De 36, fallecieron por paro cardiorrespiratorio traumático y trombosis cardiopulmonar.
El drama de la salida: “Hubo un momento en el que no sabíamos para donde ir”
Dentro del predio, el caos, los fallecidos, la avalancha humana, los heridos y descompensados, tiñeron de negro la celebración. Y la salida tras el show, no fue menos caótica: No se sabe por qué razón, de los seis portones del predio, habilitaron solo uno para la salida de todas las personas, los otros cinco se encontraban cerrados: “Hubo un momento en el que no sabías para donde ir”, dijo Erick a OberaInside y agregó “La gente se subía a los techos de las casas para poder descomprimir un poco el lugar”. Quizás por eso, muchos se perdieron de los micros, que estaban ubicados muy lejos del lugar. Había micros de todo el país. Solo desde la Terminal de Posadas, se cree que salieron más de cuarenta colectivos. “El nuestro estaba estacionado, más o menos a unas 50 cuadras del predio”, precisó Horrisberg,
“Solidaridad ante todo”
Mientras muestran orgullos sus entradas al recital, que, al igual que otras miles, están sin cortar, Emilce y Erick, hacen hincapié en un punto, poco nombrado, pero fundamental: la solidaridad de los vecinos, que repartían agua afuera del hipódromo. Vecinos que, quizás eran los mismos que, trataban de ayudar a los extraviados a orientarse y/o a protegerse del frio, acercándole mantas, o algo caliente para tomar y comer. Los mismos que, en algunos casos, hasta llegaron a abrir las puertas de sus casas para contener a jóvenes desconocidos, que no tenían lugar donde comer, ni dormir, y, lo peor, no tenían cómo volver. Ésta, la de la solidaridad, es una de las caras que, dentro de esta tragedia, sin duda, vale la pena resaltar