El xeneize perdió con Independiente del Valle en la Bombonera 3 a 2 con goles de Caicedo, Cabezas y Angulo. Pavón anotó los dos goles del local. Los ecuatorianos acceden a la final ante Altético Nacional de Medellín
En el arranque, un Boca arrollador empujó al equipo visitante contra su arco con pelotas cruzadas y mucho fervor. Tras una llegada con un centro que controló el arquero Librado Azcona llegó el gol de la apertura. Un centro cruzado de Frank Fabra tomó mal parada a la defensa ecuatoriana y Pavón tocó corto de derecha en el área chica.
Se lo perdió Tevez de manera increíble ante una habilitación de Pavón y con esa jugada se comenzó a diluir el equipo de Guillermo Barros Schelotto. Perdió la pelota en el medio, Andrés Cubas no recuperaba, Fernando Zuqui y Pablo Pérez se adelantaban y perdían ante los anticipos del rival, que salía rápido y con precisión.
De una contra que tomó a Boca mal parado, Bryan Cabezas -ante la deficiente marca de Leonardo Jara- fabricó un córner que derivó en el gol de Caicedo, tras un flojo despeje del ‘Cata’ Daniel Díaz. El buen juego de los «Rayados del Valle» inclinó la balanza en esos minutos y anticipó el desastre del final.
Hubo un despertar de Boca en los últimos 10 minutos de la primera etapa, que levantó con las buenas tareas de Zuqui y Pérez, quienes generaron dos situaciones de peligro. Un disparo de Carlos Tevez -de opaco primer tiempo- fue sacado con esfuerzo por Azcona, y un remate de Jara reventó el travesaño. Boca ya merecía otro gol. A esa altura, padecía la falta de un ‘9’ de área.
El comienzo del segundo tiempo marcará por un buen tiempo la hecatombe ‘xeneize’. Con la obligación de ir a buscar rápido el gol que igualara el resultado global, Boca regaló la punta izquierda del ataque de Independiente del Valle y el velocista Cabezas no perdonó. Tres minutos después, entre un rechazo deficiente de Juan Insaurralde y una pifia de principiante de Agustín Orión, Julio Angulo aceptó el regalo y facturó el tercero, ante el desconcierto de una Bombonera repleta que no entendía nada de lo que estaba pasando. Y en eso coincidían los 50.000 locales y los 600 visitantes.
Ausente sin aviso Tevez, embarullado e improductivo Nicolás Lodeiro, Boca se derrumbó. La fría noche y la llovizna enmarcaron una derrota que pudo ser aún más abultada, porque el fino toque del conjunto ecuatoriano llegó un par de veces más.
Y si algo hacía falta para cerrar la dolorosa e insólita caída, Lodeiro desperdició un penal que cuando faltaban 25 minutos hubiese acercado a Boca a una esperanza que se evaporaba. El gol de Pavón para poner el 3-2 final sólo sirvió para que la tribuna boquense aplaudiera al joven delantero cordobés.
El fútbol es así. De un posible 2-0 en los primeros minutos del encuentro, Boca pasó a vivir una pesadilla que seguramente dejará secuelas a futuro, con un técnico como el «Mellizo» que ajustará cuentas con varios rendimientos decepcionantes en un partido que Boca se imaginaba como el de un camino despejado hacia la séptima Libertadores.
El humilde Independiente del Valle jugará la final ante Atlético Nacional, de Medellín, después de eliminar nada menos que a River y Boca. Sus falencias las suple con esfuerzo y el buen pie a la hora de jugar la pelota siempre a un compañero, con futbolistas como Julio Angulo, Arturo Mina, Junior Sornoza y Jefferson Orejuela, más la veolcidad de Cabezas, que con sus 19 años pide pista en las grandes ligas. Su triunfo no fue casualidad, aunque Boca difícilmente vaya a repetir una actuación tan decepcionante como la este partido.