Se realizó la primera fiesta temática donde todos simularon participar de un casamiento. La ceremonia se realizó a las 23.30 en el segundo tramo de la costanera.
Ellas se presentaron con vestidos elegantes y zapatos altos, ellos de saco y corbata. Todos puntuales, tal como lo había pedido la organización. Así llegaron los “invitados” a la primera Falsa Boda en esta ciudad.
Cerca de 300 personas se sumaron a esta propuesta que debutó el sábado a la noche en nuestra provincia pero que ya se convirtió en tendencia en otras ciudades del país y del mundo.
La consigna fue precisa: muchas ganas de pasarla bien y de disfrutar como si estuvieran en el “casamiento” de algún amigo o familiar.
La velada parodió todos los rituales del casamiento y se desarrolló con mucho color, fuegos artificiales, música, tragos, bandas en vivo y acróbatas.
Así, varios grupos de amigos bailaron hasta pasadas las 5, festejando junto a los falsos novios, interpretados por Bruno y Sofía, una pareja de actores que fueron seleccionados durante un casting realizado un mes atrás.
Antes de la fiesta, se desarrolló el ritual típico del matrimonio pero, con una vuelta de rosca por parte de los actores que interpretaron a la falsa pareja. Sin embargo la escena más novelesca la realizaron los padrinos de los novios, cuando uno de ellos se arrodilló delante de la madrina y le propuso matrimonio. De este modo, Posadas celebró, en una sola velada, dos falsas bodas.
Después, las chicas pelearon por agarrar el ramo de la novia. Lo sorprendente fue cuando lo atrapó un chico que salió sonriendo con el manojo de flores ante la mirada desafiante de las mujeres.
Después siguió el cotillón de pelucas, gorros y gafas gigantes, un carnaval carioca, trencito y la clásica torta.
«Nosotros llegamos puntuales como indicaba la invitación. Nos pareció una propuesta fuera de lo común y por eso nos gusta. Esperamos otra Falsa Boda, hasta me animo a ser la novia”, contó Laura a PRIMERA EDICIÓN. La joven de 28 años llegó con otras tres amigas.
Tanto la barra, como la ambientación del salón, música y hasta el vestido de la novia estuvieron en manos de profesionales posadeños que pensaron en cada detalle.
Finalmente, las luces se apagaron cerca del amanecer en el salón de la costanera, lugar elegido para la primera Falsa Boda, con la promesa de no ser la última.
Fuente: Primera Edición – Fotos: Gentileza Fotografías Suan