Padres de chicos y jóvenes discapacitados que asisten al Hogar de Día de la Municipalidad reclamaron mejoras en el sistema de transporte, puesto que disponen de tres combis para casi 200 alumnos. Para colmo, actualmente uno de los vehículos se halla en el taller para reparaciones y dejó a un grupo sin movilidad.
“En lo que va del año, el transporte que le lleva a mi hijo ya se rompió dos veces y cada vez que entra al taller tardan como dos semanas para arreglarlo. Nosotros vivimos en Villa Blanquita y tiene clases en el barrio Sistem Vick, por lo que tenemos que tomar dos colectivos para poder llegar”, precisó Marcela Ortiz, madre de un nene de 5 años.
En diálogo con El Territorio, contó que su pequeño padece retraso madurativo y asiste a clases en la Fundación Aprendiendo a Ser, que funciona en el Hogar de Día mediante convenio suscripto con la Municipalidad.
Con relación al servicio de transporte, Ortiz destacó que “los choferes son muy buenos con los chicos, pero las combis están muy deterioradas, salvo una que es nueva. Necesitamos que tomen en serio a los chicos discapacitados”.
Al mismo tiempo, mencionó que “varias veces la Municipalidad tiene algún evento político y no nos avisan, los chicos quedan esperando con ansias de ir a la escuela y no aparecen. Eso no se hace. Nuestros hijos también tienen derechos”.
Servicio público
Respecto del transporte público para discapacitados, Miguel Ángel Morales (60) insistió que la prestataria local no brinda el servicio que estipula la ley y se siente discriminado, puesto que se moviliza en silla de ruedas y los colectivos urbanos no están adaptados para ello.
“La empresa no dispone de colectivos adaptados para personas con discapacidad y es un claro acto de discriminación hacia mí y todos los ciudadanos de Oberá que estamos en silla de ruedas”, subrayó.
Mencionó que la Ley Nacional de Discapacidad establece que desde 2002 todos los colectivos urbanos deberían estar adaptados para el ascenso y descenso de sillas de ruedas. “Pero acá compran colectivos usados, con escalones de 20 centímetros que son imposibles de subir”, agregó.
Otra lucha del vecino pasa por el estado de las veredas de la ciudad, la mayoría de las cuales carecen de rampas.
Fuente: territoriodigital – Oberaonline