Rafael Márques, secretario de Desarrollo Humano de la comuna, confirmó la apertura de un sumario administrativo interno que involucra a personal que se desempeña en el hogar de ancianos Yerbal Viejo, dependiente de la Municipalidad de la localidad de Oberá.
La medida pretende deslindar las responsabilidades respecto a presuntas irregularidades cometidas por ciertos agentes del área, como ser el manejo arbitrario de las tarjetas de débito de algunos abuelos alojados en el asilo.
Además, el funcionario confirmó que una empleada fue separada del cargo, habida cuenta a una serie de quejas de los mismos empleados por malos tratos.
Estos reclamos se conocieron el lunes pasado a través las páginas de El Territorio, que dio cuenta del testimonio de don Julio Bazán (86), quien se contactó con este diario para contar sus padecimientos.
El octogenario aseguró que la encargada del asilo no lo dejaba salir en represalia a su negativa de entregarle su tarjeta.
Al respecto, en diálogo con la prensa, Márques explicó que “en el marco de las investigaciones se pidieron los movimientos bancarios para determinar quién manejaba la tarjeta del señor. La comunidad tiene que quedarse tranquila, porque de comprobarse que alguien cometió algún ilícito, actuaremos en consecuencia en el ámbito penal”.
Consultado al respecto, Bazán confirmó que ya fue notificado de las actuaciones en curso por parte de la entidad bancaria donde percibe sus haberes.
En tanto, insistió con que “después de la publicación en el diario volví a pedirle a la encargada que me devuelva la plata que cobró y no me dio, pero lo único que me dice es que la plata está guardada arriba y no me entrega. Fueron como cinco meses que cobró y no me dio”.
Consultada por este diario, la encargada del asilo, Mariela Monzón, reconoció que la institución maneja las tarjetas de “algunos abuelos, no todos”, al tiempo que mencionó que “un par de meses cobré por don Bazán porque él no se podía movilizar, pero no me quedé con su plata”.
Institución histórica
El Hogar de Ancianos Yerbal Viejo fue fundado en 1979 por el Rotary Club Oberá. En junio de 2009, la institución pasó a la órbita municipal como alternativa para mantenerse en funcionamiento ante los graves problemas financieros que hacían inviable el sostenimiento por parte de la Fundación Rotaria.
La comuna asumió el compromiso de regularizar las deudas con la Afip en concepto de aportes y retenciones del personal por una suma de 100 mil pesos, además de afrontar el salario y cargas sociales de los trabajadores mediante su traspaso a la planta municipal.
Fuente: territoriodigital