“Cometimos un error al no haber conversado previamente con la oposición el proyecto de Ganancias”, admitió el propio jefe de Gabinete, Marcos Peña ante el presidente Mauricio Macri y los miembros de la “mesa chica”. Sin embargo, la aceptación del traspié oficial no frenó en nada la decisión presidencial de “ir a fondo” en demostrar que el proyecto presentado de la oposición no se basaba en cálculos “serios” y “responsables” y que el dinero adicional se restaría de la obra pública.
Por esta razón, el titular de la Afip, Alberto Abad y su equipo, se pasaron todo el fin de semana largo haciendo cálculos y llegaron a la conclusión de que el proyecto oficial demandaba un esfuerzo adicional de las arcas públicas del orden de los $ 80.000 mil millones.
“Los gobernadores, los intendentes se tendrán que hacer cargo de la diferencia”, fue la orden presidencial. Los ministros de economía provinciales tomaron cuenta de la sangría de los recursos que perderían y el martes se peleaban por ser los primeros en firmar el acuerdo para tener en cuenta al momento de discutir el proyecto de Ganancias. Advertían la necesidad de “evaluar el efecto sobre las finanzas públicas nacionales, provinciales y municipales y las consecuencias sobre el financiamiento de la obra pública”.
Ahora los tiempos y los ánimos de ambas partes son otros. El oficialismo comprendió que el “dialogo” es necesario y la oposición “que el apuro trae consecuencias”. En la conferencia de prensa que brindaron este miércoles el jefe de Gabinete, Marcos Peña y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio fueron muy enfáticos en despersonalizar la autoría del futuro proyecto de Ganancias al afirmar que “lo mejor es que partamos de cero, que nadie se atribuya la autoría del proyecto”, descartando la posibilidad de modificar el que ya tiene media sanción, el que envió el Gobierno y una tercera iniciativa que presentó el senador salteño Rodolfo Urtubey.
Ante la pregunta de ámbito.com el Gobierno dejó abierta la posibilidad de subir el piso de Ganancias siempre y cuando cuente con “fuentes alternativas del Presupuesto, que no tienen que alterar el normal proceso de la Argentina”, respondió Frigerio. Por su parte el jefe de Gabinete, aclaró que “los $ 30 mil millones no tienen que ver con el proyecto del Gobierno sino con el Presupuesto que votó la oposición. Eso hay que respetarlo, si hay otros montos que discutir, eso habrá que plantearlo. No vamos a promover las cosas que alteren el ciclo inversor y de confianza que se ha generado en la Argentina”, aseveró Peña en alusión al costo fiscal contemplado por el Gobierno con la modificación del impuesto a Ganancias.
Al parecer el disgusto del PJ y la oposición fue que el Gobierno nuevamente incumplió su palabra al no convocar a una reunión multisectorial. “Vamos a ofrecer mesas de trabajo que realmente puedan encontrar una solución a este problema”, sostuvo Frigerio. “Más que reuniones para la foto, vamos a hacer reuniones de trabajo; hay que llegar a un acuerdo siempre dentro de la responsabilidad institucional’, prosiguió. Si bien no fue anunciado durante la conferencia, el presidente Macri mantuvo un encuentro en Olivos con el líder sindical Hugo Moyano. En tanto, Emilio Monzó y Frigerio se reunieron con Sergio Massa. Y en la noche del martes Mario Quintana, el ministro de Trabajo, Jorge Triacca mantuvo un encuentro con los dirigentes cegetistas.
“Massa es cero confiable”, admitían con cierta decepción en el más estrecho círculo presidencial. Si bien como enfatizaron tanto Peña como Frigerio “tenemos vocación de llegar a un acuerdo” también es cierto que se preferiría tomar todo el tiempo que sea necesario para lograr un proyecto de ley que finalmente conforme todos los objetivos.
Las aguas siguen turbias entre el Congreso y el Gobierno pero lo cierto es que al menos ahora son varios los actores que ayudaran a arrimar voluntades como se convino en la reunión de la mañana en Olivos.
La política estuvo presente en la reunión convocada por Macri ya que estuvieron la vicepresidenta, Gabriela Michetti; el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; los ministros del Interior, Rogelio Frigerio; y de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ex titular de la UCR, Ernesto Sanz; y los secretarios de Coordinación Interministerial, Mario Quintana; y de Coordinación de Políticas Públicas, Gustavo Lopetegui.
En los pasillos de la Rosada sostienen que de ahora en más convivirán ambos sectores de Cambiemos. Aquella que están convencidos de que son una nueva manera de hacer política (seria, responsable, sin mentiras) y la “vieja política” que sabe que a veces se debe negociar, conceder incluso a sectores que no gusten tanto.