Hace 34 años que se inauguró el barrio Yerbal Viejo de Oberá, hoy ante la falta de mantenimiento y con graves problemas, comenzaron los desprendimientos de pisos, hasta con peligro de derrumbe. Tienen un consorcio pero se encarga del mantenimiento del parquizado. En la última reunión decidieron gestionar un presupuesto a empresas para el arreglo de los sectores más afectados.
Hace 3 años buscaban la financiación para el problema de filtración que tenía los techos en uno de los sectores del barrio que fue financiado por el Iprodha, luego de esa problemática, el trabajo fue lograr que cada departamento tenga un propio tanque de agua, cuestión que se resolvió pero trajo otros problemas al barrio.
“La vedad que no sé si no se dan cuenta que sus tanques pierden agua, no arreglan y todo el tiempo pasa lloviendo en las escaleras, deteriorando el lugar”, manifestó Jeanette Grganc, a El Territorio.
Según los vecinos los responsables de los tranques y deben contratar a una persona para que arreglen la perdida de agua, “el problema de los tanques es que hicieron con materiales de cuarta, a muchos se les rajo el tanque, otros no dura el flotante y es una constante pérdida de agua”, lamentó Leandro Sánchez.
El problema más grave lo tiene la escalera 22 en planta alta, allí se desprendió el piso del pasillo que está en la entrada al departamento y el consorcio aseguro con maderas desde el departamento en planta baja, pero con el paso del tiempo es un peligro para todos los que viven en ese sector.
Los vecinos de la escalera, tratan de no estar mucho tiempo en las escaleras o el patio por temor a que se caiga la loza que según los cálculos tendrá más de 400 kilos, dónde verdaderamente es un peligro para el sector.
“En la última reunión del consorcio explicaron que empezarían a buscar presupuesto para hacer el trabajo, porque el Iprodha no va a realizar y los propietarios tendremos que hacernos cargo del gasto y el consorcio se ocupa de los espacios públicos”, dijo Sánchez.
Mientras que otro problema es las barandas que son de hierro y con el pasar del tiempo empezaron a oxidarse y no cumple la función en los pasillos, por ese motivo cada propietario arregla como pueden, se hacen cargo en arreglar para la seguridad de los niños y personas que transitan diariamente.
“El tema es preocupante, es un barrio de 34 años, con esto podemos ver que hay un problema de movimiento de suelo que afecta a los edificios y está a simple vista, habría que hacer un estudio cuál es la seguridad que tenemos”, finalizó comentando Sánchez.
Fuente: territoriodigital