El pasado viernes se llevó a cabo la Misa de nombramiento del nuevo párroco de la Catedral de Oberá, marcando el inicio de ministerio como párroco del Pbro. Ariel Fernando Manavella, quien llega para ocupar el lugar del Padre Armando Vera, quien a su vez, inició su ministerio como nuevo párroco de Santa Teresita del Niño Jesús en la ciudad de 25 de Mayo tomando la posta o la cruz de los misioneros del Verbo Divino que atendieron esa comunidad desde el año 1933.
En su Homilía, el P. Obispo Damián Bitar indicó que “Al despedir a P. Armando, quisiera destacar cuatro aspectos de sus años de ministerio. En primer lugar, le tocó ser párroco de una parroquia que se convertiría en Catedral, es decir la sede del Obispo y el corazón de la Diócesis. A su vez, a los nueve meses de asumir P.Obispo Víctor fue el primero en recibir la impactante noticia de su muerte repentina junto a P. Hugo y acompañar el proceso de sede vacante hasta la llegada del segundo obispo… En segundo lugar, destaco que esta parroquia está abierta siempre, de lunes a lunes con la celebración diaria de la Eucaristía, fuente y culmen de la vida de la Iglesia. En tercer lugar, ha acompañado el nacimiento de la Capilla de Adoración Perpetua de la Eucaristía en la que desde hace más de tres años, se adora al Señor ininterrumpidamente, las 24 hs., todos los días… Y en cuarto lugar, quisiera subrayar y destacar
las horas y horas que en estos 14 años P. Armando pasó dentro del confesionario ofreciendo el don del perdón en el Sacramento de la Reconciliación… lo más grande que un sacerdote puede dar junto a la Eucaristía. ¡Ese ha sido el verdadero lugar de sanación y de salvación!
Hoy P. Ariel inicia su ministerio con 42 años de edad recién cumplidos y 15 años de sacerdocio. Significativamente llega uno de los cinco sacerdotes argentinos designados por el Papa Francisco como Misioneros de la Misericordia. Sin duda ha vivido años intensos en la Diócesis de Villa María, en parroquias de ciudades y pueblos; ha realizado estudios de bioética en Buenos Aires y de Teología Moral en Roma, ha recorrido colegios y diócesis dando conferencias y retiros… Años intensos…, pero podemos asegurarle que los años por venir serán de película”.
Y le dio un cálido consejo de bienvenida; “que va pasando de obispo a obispo y de cura a cura: Donde estén tus pies, ahí esté tu corazón”.
“Aquí están mis pies, que aquí esté mi corazón” Por su parte, el padre Ariel se vio conmovido por el recibimiento en la Catedral, lugar que será desde ahora sede de sus actividades sacerdotales. En charla
con Pregón Misionero, el flamante párroco expresó, “es una alegría, entre las emociones, el conocer y saludar a la gente y ésta linda responsabilidad y linda misión que empiezo en la Catedral de Oberá, reemplazando nada más y nada menos que al P. Armando después de tantos años, de tanto trabajo bien hecho, de tanta gente que lo quiere, de tanto amor”, pero al mismo tiempo afirmó que “es una responsabilidad muy linda, pero muy sostenido por el llamado de Dios y con la fuerza que El da para iniciar este camino”. El Padre Ariel respondió al mensaje de Monseñor Bitar – quien dijo que los años por venir serán de película- al decir, “espero que así sea, pero espero que esta nueva misión no sea una película aburrida, que sea llena de vida, de rostros y que nos ayude a todos nosotros a dar lo mejor de nosotros mismos”.. En ese sentido, afirmó. “Ojalá que en este tiempo que vamos a caminar juntos, cada uno de nosotros pueda descubrir y sacar lo mejor de adentro y así hacer una iglesia, una catedral, llena de vida, de fuerza, y de gente bien intencionada que quiere dar lo mejor de sí mismo”.
“El obispo dijo que donde estén mis pies esté mi corazón, aquí están mis pies, aquí estoy yo, viviendo en Oberá, que aquí también esté mi corazón y es ese corazón el que está dispuesto a recibirlos a todos”, indicó.
Fuente: Semanario Pregón Misionero