Cada vez que el semáforo se pone en rojo, se renueva la riesgosa rutina de mendigar entre los autos. Se apuran para pedir y corren cuando da verde. Lo toman como un juego, pero arriesgan sus vidas en ello.
Cada vez más niñas pequeñas piden monedas en la calle, sobre todo en avenida Sarmiento, donde confluye el mayor tránsito. Algunas de las niñas son supervisadas por adultos que se ubican en las plazoletas, casi siempre madres o hermanas mayores.
El Territorio se contactó con funcionarios del área social del municipio para tratar el tema, pero ninguno que quiso brindar una opinión oficial al respecto, ya que “se trata de un tema complejo que es difícil de abordar. Pero algo tenemos que hacer”.
En tanto, desde la Unidad Regional II de Policía, recordaron que años atrás realizaron un trabajo en conjunto con la comuna que posibilitó reducir sensiblemente la cantidad de chicos en situación de calle.
Los asistentes sociales identificaban a los padres de los menores y los intimaban a hacerse cargo de ellos, puesto que de lo contrario corrían el riesgo de perder los beneficios sociales.
“Fue un trabajo muy arduo, pero nos dio grandes satisfacciones. Lamentablemente, después se fue diluyendo y ahora se hace evidente la necesidad de tomar cartas en el asunto porque vemos que cada vez hay más chicos pidiendo monedas. Es delicado el tema de las nenas, porque en la calle pasa de todo”, alertaron.
Al respecto, la semana pasada, la docente Mirta Abreu inició una campaña denominada ‘Moneda cero. Conciencia cien por ciento’.
La intensión es generar conciencia al respecto y trabajar en prevención. La propia Abreu camina el centro y charla con los menores. “Si le das una moneda a un chico, le das una razón más para seguir en la calle”, reflexionó.
Consultada al respecto, lamentó que “cada día hay más chicos pidiendo y duele el alma. Yo me acerco, charlo con ellos y después los visito en sus casas, pero hay casos que son muy complejos. También la situación económica tiene mucho que ver”.
Fuente: territoriodigital