Las piezas políticas comienzan a moverse en función al tablero electoral. Las candidaturas nacionales -al parecer- están cerradas en “Cambiemos” Misiones, aunque algunos radicales siguen sin digerir el manejo del armado de las listas y continúan insistiendo con que se deben definir en las PASO, otros prefieren ir a las legislativas, como como UCR, porque en definitiva, podrían lograr la misma cantidad de bancas que si van dentro de la alianza de Cambiemos, por la distribución de los lugares expectables, que algunos radicales entienden que más de cinco bancas serán imposibles de lograr debido al descontento social que existe con ‘Cambiemos’ a nivel nacional y porque en Misiones el frente electoral no se ha desarrollado políticamente como alternativa electoral.
Editorial por Jorge Mielniczuk – Campaña a Pie
0 Desde Unión Popular, algunos anticipan que el embajador de ‘Cambiemos’ en España, Ramón Puerta, tendría decidido competir electoralmente como candidato a senador nacional, Esta sería la tercera oferta electoral con vistas a las elecciones legislativas del próximo 22 de octubre. Ya realizaron su presentación en sociedad el frente de ‘Avancemos’, que lo integran Adolfo y Alejandro Velázquez como referentes de UNA; Claudio Wipplinger, de Trabajo y Progreso; y María Losada, de ‘Vanguardia’. Resta saber qué camino tomará el PAyS de Héctor “Cacho” Bárbaro, que mantiene negociaciones con el frente de ‘Avancemos’, pero también amaga con ir Con lista propia.
Desde el Frente Renovador provincial siguen manejando el tiempo electoral, a sabiendas de que cuando anuncien sus candidatos, comienza la campaña, que se manejará -según dicen- dentro de una de las premisas del gobernador Hugo Passalacqua, la de hacer política a pie y cerca de la gente.
Bajo estas estas premisas, comienzan a tener mayor exposición pública algunos de los potenciales candidatos, como son el ex gobernador y actual diputado nacionalMaurice Closs, quien sería candidato a primer senador, El intendente de L.N. Alem,Diego Sartori como candidato a diputado nacional y el actual ministro de Desarrollo Social, Lisando Benmaor, primer candidato a diputado provincial. A las candidaturas nacionales se estaría sumando el actual subsecretario de gobierno Ricardo Welbach, como candidato a diputado nacional.
El oficialismo provincial no muestra tener apuros y tal cual están dadas las cosas, con una oposición sin muchas definiciones y dividida, no tendría mayores inconvenientes electorales el 22 de octubre, aunque la idea es obtener un holgado triunfo electoral.
¿Cuál de los dos miedos triunfará?
Desde el oficialismo y la oposición comenzaron con el discurso electoral de campaña. Desde los partidos de oposición toman la crisis del presente y advierten sobre un futuro con mayor ajuste y recesión. Desde el Macrismo se defienden con que se quiere infundir el temor en la población, mientras buscan imponer el miedo de volver al pasado, cuando en realidad la ciudadanía debería decidir su voto en función a propuestas creíbles que alienten un mejor porvenir. Es sabido que el miedo anula y no deja pensar con claridad.
En la década del ‘90, periodo del menemismo, el miedo era porque se termine el uno a uno, es decir el famoso un peso un dólar, situación que destruyó la economía argentina durante ese periodo. En el periodo kirchnerista, el miedo era volver a la década del ‘90. Y ahora, desde el actual gobierno nacional de ‘Cambiemos’, se repite la receta de no volver al periodo kirchnerista, sospechado y denunciado por actos de corrupción que se siguen tramitando en la justicia y hasta ahora sin ninguna sentencia.
Desde los sectores opositores todos hablan de la inflación, de la pérdida del poder adquisitivo, el aumento de la desocupación, que la actividad económica disminuyó, de los tarifazos en los servicios, todos hechos reales y palpables por toda la comunidad, que algunos sectores políticos, si bien acusan y critican por la actual crisis económica al gobierno que encabeza Mauricio Macri, coinciden en recurrir al recurso del miedo de volver al pasado.
Mientras por los medios se acusan unos a otros de implementar la política del miedo, en la realidad cotidiana, todos están utilizando la misma metodología, pero con distintos argumentos discursivos. Esta cuestión del miedo distrae la discusión de las propuestas para mejorar la actual situación económica y social, nada queda en claro y prevalecen las dudas y los miedos, para que, en función de ello, el elector termine votando.
Esta apuesta política de usar el miedo como herramienta de campaña no es nueva. En el debate presidencial entre Mauricio Macri y Daniel Scioli, desde el oficialismo se habló mucho de lo que sucedería en materia económica si Macri se consagraba presidente, planteos que, en definitiva, de temores se convirtieron en realidad. Por ese entonces, en campaña, el actual presidente se defendía diciendo que todo era mentira y que desde el Sciolismo estaban usando la política del miedo.
Con vistas a las próximas elecciones legislativas del 22 de octubre, más allá de los miedos sería prudente y necesario tener en cuenta el pasado, analizar el presente y decidir el voto en función al futuro, que es, en definitiva, lo que nos va a tocar vivir, disfrutándolo o padeciéndolo, porque el miedo no es una propuesta y no aporta nada, solo anula.