Así lo alertó la OMS, con motivo de conmemorarse el Día Mundial sin Tabaco. El organismo instó a prohibir su promoción y a aumentar precios. En Argentina más de 40 mil personas mueren anualmente como consecuencia del tabaquismo
El consumo de tabaco es la principal causa evitable de enfermedad y muerte en el mundo, sostuvo la Organización Mundial de la Salud (OMS) en vista de la conmemoración del Día Mundial sin Tabaco, y manifestó que la mitad de los fumadores muere a raíz de una patología relacionada con este hábito.
Las cifras más recientes indican que pese a los esfuerzos internacionales por disminuir el consumo de tabaco, éste provoca la muerte de 7 millones de personas al año y genera gastos por 1,4 billones de dólares durante ese lapso por los fondos que se destinan a salud, la pérdida de productividad y la degradación medioambiental.
Andrew Black, del secretariado de la Convención Marco sobre Control de Tabaco de la OMS, dijo que millones de personas que fuman sufren de una amplia variedad de enfermedades relacionadas al tabaco como ceguera, amputaciones, impotencia y cáncer bucal.
«Se proyecta que la promoción de altos índices de uso de tabaco promovida por agresivas estrategias de la industria del tabaco lleve a duplicar el número de muertes relacionadas al tabaco en países de bajo y mediano ingresos entre 2010 y 2020», señaló Black y agregó que para 2030, alrededor del 80% de las muertes relacionadas al tabaco en todo el mundo serán en los países de bajos y medianos ingresos.
En Argentina más de 40 mil personas mueren por año como consecuencia del tabaquismo, reportó la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) en un informe difundido en el marco del Día Mundial sin Tabaco.
Unas seis mil de las muertes relacionadas con el tabaco se dan en personas que nunca fumaron, pero que tienen como antecedente la exposición al mismo, destacó el informe. Asimismo, expresó que unos 20 millones de pesos por día se gastan en el país para atender enfermedades cardiovasculares, cánceres y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, entre otras, vinculadas en forma directa al consumo de cigarrillos.
Según datos de la OMS «los fumadores viven en promedio de 10 a 15 años menos que los que no lo hacen».
Desde AAMR advirtieron que una de las patologías principales causadas por el consumo de tabaco es la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (Epoc) y manifestaron a Infobae que de acuerdo con datos de la OMS es causante de la muerte de 2,7 millones de personas por año en el mundo.
Al mismo tiempo, desde la OMS pusieron de relieve lo que sucede después de que el cigarrillo ha sido consumido, dónde va a parar la colilla y cómo sus efectos funestos persisten incluso después de haber sido arrojada en un cesto o en la vía pública.
«Este análisis es el primero que relaciona el impacto medioambiental con el cultivo, manufactura, uso y residuos del tabaco, a pesar de que la información es limitada porque la industria no reporta datos y los gobiernos no los exigen», dijo el coordinador de la OMS para el Control de Tabaco, Vinayak Prased.
Los especialistas determinaron que los desechos del tabaco contienen más de 7.000 químicos tóxicos que envenenan no solo la atmósfera, sino los suelos, mares y los cursos de agua. Tomados de manera individual son el tipo de basura más común en las calles, lo que se entiende cuando se sabe que 10.000 millones de cigarrillos –de los 15.000 millones que se venden a diario– terminan en el medio ambiente, con su mezcla de nicotina, arsénico y metales pesados.
Con dos tercios de los cigarrillos arrojados al suelo, entre 340 y 680 millones de kilos de desechos de tabaco son generados cada año. En las áreas urbanas y costeras, representan del 30 al 40% de todos los desechos que se recogen.
El tabaco genera efectos perniciosos para el medio ambiente desde el cultivo de su hoja, que requiere el uso de agroquímicos, reguladores de crecimiento y otras sustancias, y que contribuye a la deforestación, alerta la OMS.
La organización también pone de manifiesto la manera en que el tabaco contribuye al empobrecimiento del fumador, de su familia y de los países, siendo un factor que aumenta la desigualdad.
«Muchos estudios muestran que en los hogares más pobres, el gasto en productos de tabaco puede representar más del 10% del ingreso familiar, lo que significa menos dinero para comida, educación y atención médica», dijo Prased.
Para la OMS, la solución pasa por reducir el consumo del tabaco a través de una medida central que, paradójicamente, es por la que menos gobiernos se deciden: aumentar los precios y los impuestos sobre el tabaco.