Como parte del trabajo de promoción de la Ruta de la Yerba Mate (RYM), ahora son tres empresas misioneras las que ingresaron al mercado de Nueva Zelanda y Australia, además se proyecta ingresar al mercado asiático.
La firma Mate Rojo se suma a Amanda y Kraus en el proceso de apertura de nuevos mercados iniciado por la RYM. El beneficio de tener un comprador de Nueva Zelanda es que el producto puede ser colocado en otros países de la región, siendo una puerta al mercado asiático.
Con el despacho de un cargamento con productos de las marcas Kraus y Mate Rojo se logra este avance en la apertura de mercados. Se trata de yerba molida y empaquetada en distintas presentaciones. Buscan que Nueva Zelanda sea una puerta de entrada para mercados relativamente cercanos, como Australia, Indonesia, Vietnam, Malasia, Japón y Corea.
Las empresas Kraus y Mate Rojo, de San Ignacio y Oberá respectivamente, unen fuerzas para ubicar el producto madre de la región en Nueva Zelanda, destino poco explorado por los yerbateros argentinos. La asociación entre estas firmas se dio en el marco de la Asociación Ruta de la Yerba Mate (ARYM), que –entre otros objetivos- se propone potenciar el comercio externo de yerba a través de una marca que identifique a la yerba argentina.
El presidente de la ARYM, Alejandro Gruber, explicó que se envió un contenedor de 20 pies con alrededor de 70 toneladas de producto elaborado, empaquetado en distintas presentaciones y distinguible por la presencia de un logotipo que identifica a todos los paquetes, independientemente de su marca comercial, como yerba argentina.
Para Gruber, el mercado de Nueva Zelanda es particularmente atractivo porque puede servir como puerta de entrada a otros mercados de Australia y Extremo Oriente. “Teniendo un pie en un lugar como Nueva Zelanda es mucho más fácil negociar para entrar a plazas muy atractivas como Japón”, indicó.
Destacó que el hecho de avanzar con en la integración de las yerbateras de la región abre nuevas posibilidades, especialmente para los pequeños productores que, por cuestiones de escala, les cuesta llegar a mercados externos. “El recambio generacional en la conducción de las empresas ayudó mucho para que esto pueda darse”, señaló.
Consideró además que “llegar con una marca que identifique a la yerba argentina es una forma de dar una competencia más efectiva frente a oferentes de Brasil y Uruguay que también intentan expandir las fronteras para sus productos. Felices de expandirnos mundialmente ofreciendo nuestro producto con la calidad y el sabor que nos caracteriza”.
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