La cadena de recusaciones que signaron en Oberá la postergación del juicio por el asesinato a golpes de la nena discapacitada Selene Aylén Aguirre (dos años y cuatro meses) derivará en la conformación de un tercer tribunal para atender el último incidente planteado: el pedido de apartamiento del camarista Amado Julio Carvallo.
Es poco probable, aunque existe la posibilidad, de que durante la feria judicial de invierno, actualmente en curso, se resuelvan las recusaciones que pesan sobre Carvallo y los tres integrantes del Tribunal Penal Uno, Lilia Avendaño, Francisco Aguirre y José Pablo Rivero.
Quien promovió los apartamientos fue el abogado Roberto Bondar, representante legal de Victoria Aguirre, la madre de la niña fallecida y una de las personas acusadas por el homicidio. El otro sospechoso es el ex concubino de la joven, Rolando Emilio Lovera.
Según el letrado, el Tribunal es parcial en detrimento de Aguirre, por eso pidió la recusación. Como Carvallo fue convocado para integrar un triunvirato de magistrados que tiene que decidir si sus colegas deben seguir o no frente al juicio, Bondar volvió a protestar, por la presencia de Carvallo, con quien asegura tiene una “enemistad manifiesta”.
Ahora, primero se debe decidir si Carvallo debe apartarse o no y después resolver el pedido de apartamiento de Avendaño, Aguirre y Rivero.
Mientras toda esta maraña no se resuelva, el juicio seguirá postergado. Del debate contra Aguirre y Lovera se completaron las indagatorias y la primera audiencia de declaraciones testimoniales.
Selene fue llevada muerta al hospital Samic de Oberá la madrugada del 29 de enero de 2015. La autopsia determinó que le habían destrozado el cráneo a golpes. Su madre y Lovera, que cuidaban a la pequeña, fueron detenidos y luego llevados a juicio.
Fuente: Misionesonline