Se trata de Naiara Briones, quien tenía tan solo ocho años y falleció en un hospital de Zaragoza, tras ser sometida por su tío a una tortura durante 12 horas.
ESPAÑA.- La pequeña era argentina, había nacido en Misiones y vivía en España con su mamá. Falleció en un hospital de Zaragoza tras sufrir una brutal paliza que le propinó un tío político. El hombre admitió el crimen y está detenido. El padre biológico pide ayuda para viajar y repatriar sus restos.
El caso de Naiara Briones conmociona y provoca escalofrío al escuchar los aberrantes detalles sobre cómo fue asesinada. Tenía tan sólo 8 años y tuvo que vivir una aberración propinada por su tío postizo. ¿El motivo? Según el asesino, que confesó el crimen, fue no ser su sobrina biológica.
Naiara falleció el viernes pasado en un hospital de Zaragoza tras haber sufrido una «brutal paliza» en su domicilio en la localidad oscense de Sabiñánigo, un pueblo de 9 mil habitantes.
Naiara había nacido hace 8 años en Misiones, pero estaba viviendo en Sabiñánigo, a donde la madre la había llevado a vivir con su nueva pareja. Su vida desde entonces se convirtió en un calvario. El jueves pasado, su tío, Iván Pardo Peña, hermano del novio de la mamá, la asesinó a golpes.
Según informaron fuente judiciales, la niña presentaba contusiones por todo el cuerpo, señales de haber estado maniatada y fuertes golpes en la cabeza. También mostraba signos de haber sido obligada a estar de rodillas sobre pequeñas piedras para incrementar el dolor sufrido.
La importancia y características de las lesiones llevaron a los especialistas a cuestionar la versión del presunto agresor, que relató que la pequeña se había caído por una escalera, y a denunciar que podía haber recibido una brutal paliza.
Su testimonio quedó desvirtuado tanto por la gravedad de las lesiones como por el testimonio de sus otras dos sobrinas, que narraron a la juez instructora del caso que su tío «tenía manía» a la niña y que la maltrataba de forma brutal.
El propio Iván reconoció ante el juez que fue el responsable de las atrocidades sufridas por Naiara, tanto en esta ocasión como en otras anteriores y quedó detenido en el centro penitenciario de Zuera, en Zaragoza, desde la noche del sábado.
Los datos aportados al juzgado revelan que la menor había sido enviada desde Zaragoza a Sabiñánigo por el novio de su madre. La mujer tenía dos hijas, entre ellas Naiara, en el momento de casarse, y luego tuvo otras dos con su actual pareja. Al parecer, el padrastro había mandado a la niña con su madre y con su hermano como castigo por «negarse a estudiar», según informaron medios españoles.
Fuentes oficiales explicaron que tanto el padrastro como la abuela «no veían mal» los castigos que se le infligían a la niña. El perfil del detenido es el de una persona que se crió en un entorno de malos tratos y que ve con «normalidad» los castigos físicos como forma de educar, una visión que compartirían su hermano y su madre.
Manuel Adolfo Briones Sanz, el padre biológico de Naiara, reclama «justicia» desde Chile, donde vive. A través de diferentes medios de comunicación y en las redes sociales, Briones pide ayuda para poder viajar a Sabiñánigo y repatriar el cadáver de la pequeña, que fue enterrada lunes pasado.
Briones, de 30 años, conoció a la madre de Naiara en Argentina a través de internet. fruto de la relación de tres años nació la niña, que se fue a vivir a España con su madre, por lo que hacía cinco años que no veía a su hija y sólo sabía de ella a través de las esporádicas conversaciones con la madre. En una ocasión le dijo que la familia de Sabiñanigo «no trataba bien a Naiara».
En una conversación con C5N, recordó que su hija, «con 8 años de edad, fue encontrada muerta, con múltiples traumatismos y un fuerte golpe en su cabeza. Supuestamente, se habría caído por las escaleras, pero realmente no fue así, a mi hija la mataron». Asegura que está «conmocionado al saber que no fue un accidente, sino un homicidio.
«La madre ni si quiera fue capaz de avisarme de cómo había muerto mi hija…Le pedí explicación a mi ex mi mujer y me bloqueó», contó el hombre, quien además aseguró que el entorno familiar es cómplice: «La madre y el marido y la madre del marido son cómplices, no puede ser que mi hija tenga una pierna fracturada y nadie la lleve al médico», dijo.
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