Un argentino fue detenido en la isla Lanzarote, de España, acusado de integrar una banda narco internacional que intentó contrabandear casi media tonelada de cocaína, valuada en unos 17 millones de euros, a bordo de un velero y de otra embarcación procedentes de Sudamérica, consignó ayer la Guardia Civil de dicho país.
Se trata de un hombre de 54 años que, según los investigadores españoles, estaba prófugo en otra causa por narcotráfico y era «miembro de un importante cartel de la droga peruano».
La Guardia Civil de España informó a través de su página web (www.guardiacivil.es) que en la denominada operación «Miami» también fueron apresados otros cinco imputados de integrar esta «importante organización criminal dedicada al transporte» de «grandes cantidades» de cocaína «mediante embarcaciones propias».
Según el informe oficial, esta droga iba a ser distribuida «en el propio archipiélago canario y en la península ibérica».
La investigación comenzó en febrero pasado, cuando la Guardia Civil detectó la adquisición de un velero y una embarcación de fibra con dos motores de gran potencia e identificó a dos sospechosos: un hombre de nacionalidad española y residente en Lanzarote, y al argentino.
De acuerdo a la Guardia Civil, en abril, estos sospechosos partieron de dicha isla hacia Sudamérica, por lo que durante la travesía los agentes continuaron con la investigación y vigilancia en torno al ciudadano español señalado como el líder de la organización.
En esas diligencias, los efectivos detectaron a otras personas de su entorno que, con escasos o nulos recursos económicos, realizaban en su nombre las gestiones o labores que él requería para la organizar la llegada del velero.
«De esta manera conseguía ocultar su identidad y, de ser detectada la actividad delictiva, no podía ser relacionado con los hechos», señaló el informe de la Guardia Civil en el que se detalló que el «jefe de la red había impuesto un complejo sistema numérico para encriptar las comunicaciones e impartir las órdenes entre sus miembros».
Seguimiento y pesquisa
Y para poder coordinar el seguimiento del velero y trazar las líneas de actuación de su posible regreso, los pesquisas españoles se contactaron con la Drugs Enforcement Administration (DEA) de los Estados Unidos, el Servicio de Aduanas francés en el Caribe, la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) y Europol.
A partir del entrecruzamiento de datos, los investigadores establecieron que el velero permaneció una «larga temporada» en la zona caribeña de Antigua y Bermuda hasta que se trasladó hasta las proximidades de la costa venezolana donde cargaron la droga.
Luego, el velero partió rubo a la península ibérica y en plena alta mar traspasó la cocaína a la embarcación de fibra que el 6 de agosto finalmente arribó a la costa de La Santa, municipio de Tinajo, en Lanzarote, la cual forma parte del archipiélago de Islas Canarias.
Una vez allí, los agentes del Puesto Principal de Costa Teguise detuvieron a los dos ocupantes de la embarcación de fibra y secuestraron 20 bolsos deportivos que contenían paquetes con unos 470 kilos de cocaína.
Posteriormente, el velero fue localizado y registrado en el muelle deportivo de Puerto de Calero, en el extremo opuesto de la isla, donde se hallaron numerosos indicios para continuar con la investigación.
En ese marco, la Guardia Civil allanó tres domicilios en Lanzarote donde se incautaron de documentación de interés para la causa y «sofisticados medios electrónicos de comunicación y navegación».
En los procedimientos, los agentes detuvieron a R. H. N. (29) acusado de ser el jefe de la organización; al argentino S. A. A. H. (54), señalado como el «patrón de la embarcación que transportaba la droga a la costa» y quien contaba con «tres identidades falsificadas diferentes y una requisitoria en vigor por narcotráfico».
También apresaron a D. A. A. A. (34), tripulante del velero; O.R.O. (32), quien iba en la embarcación que trasladaba la droga a la costa; L. M. L. M. (39); y C. D. M. (32); todos ellos españoles y los últimos dos detenidos en tierra.
Para los pesquisas, «los detenidos facilitaban infraestructura a otra organización asentada en Sudamérica para el transporte de la droga desde allí al archipiélago canario», donde entregaban parte de la droga a «sus dueños» y otra se la quedaban «para su distribución en las islas».
Los seis acusados quedaron alojados en prisión y a disposición del personal del Juzgado de Instrucción 2 de Arrecife, en Lanzarote, que dirigió la investigación junto a los agentes de la Guardia Civil de Costa Teguise, del Equipo Contra el Crimen Organizado de la Unidad Central Operativa (UCO) con sede en Canarias y del Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial del mismo Cuerpo de la Comandancia de Tenerife.