El jefe de Gabinete, Marcos Peña, ratificó ayer que luego de las elecciones legislativas habrá aumentos en las facturas de electricidad, gas y agua, pero rechazó que esos ajustes puedan considerarse un “tarifazo”.
“Tarifazo es una percepción subjetiva”, consideró el funcionario, quien aseguró que los incrementos a aplicarse serán “muchos más bajos que los del año pasado”.
En declaraciones a radio La Red, Peña enfatizó: “lo que no hay es sorpresa. Lo que hemos planteado es un camino gradual de ordenamiento del sistema tarifario, para lograr que todos los argentinos tengan conexiones de gas y luz”.
“Lo que es correcto es que hay una audiencia pública del año pasado que estableció un cronograma que incluye un camino gradual de modificación tarifaria. Eso ya fue anunciado y avisado hace tiempo”, añadió.
Peña aseguró que, a pesar del ajuste tarifario -a aplicarse en Capital Federal y Gran Buenos Aires, las áreas de jurisdicción nacional- “no hay ninguna posibilidad de un escenario de caída del salario real y de impacto fuerte. El año que viene es de crecimiento y de generación de empleo”.
La suba de tarifas fue anticipada hace casi dos meses por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, quien puntualizó que el ajuste se aplicará entre noviembre y diciembre próximos.
“Hacia fin de año se hará una revisión tarifaria (de los servicios de luz y gas) y todo va a depender de cuál sea el costo de la energía y el valor del tipo de cambio para definir cuál es la magnitud”, dijo Aranguren.
Si bien evitó dar precisiones sobre el porcentaje de aumento, el titular de Energía aclaró que estará “muy por debajo de lo que ya se ha hecho, porque la parte más difícil de la readecuación del cuadro tarifario la hemos concretado en los últimos meses”.