“Gracias a Dios tenía un pulóver grueso y una campera, porque si no, me hubiera lastimado mucho. Incluso, el médico que me atendió en el hospital me dijo que la ropa me salvó la vida. El ladrón estaba descontrolado y me pegó tres puntazos”, relató Orlando Fabián Neris (32), víctima de un sujeto que ya fue identificado pero sigue en libertad.
El hecho se registró el lunes a la madrugada, alrededor de las 2.30, en la intersección de calle 4 y Caroba, en el barrio San Miguel de Oberá.
Neris regresaba a pie de su trabajo y fue abordado por un delincuente armado con un cuchillo que le exigió que le entregue la mochila, ante lo cual ofreció resistencia.
Decidido a todo, el agresor le asestó varios puntazos que impactaron su brazo izquierdo, la cabeza y en el costado derecho del torso. La víctima luchó por su vida y corrió hasta la casa de un vecino, donde pidió auxilio.
Ayer, en diálogo con El Territorio, revivió lo que describió como “el peor momento de mi vida. Por suerte logré correr, golpeé la puerta de un vecino y me abrió. Para colmo, el delincuente se quedó dando vueltas por ahí y me gritaba que salga”.
Dieron aviso a la Policía, pero la patrulla tardó más de una hora en acudir al llamado, aseguró Neris. “Y cuando llegaron, lo primero que me preguntaron fue qué estaba haciendo en la calle a esa hora. Como que yo tenía la culpa de lo que me pasó, siendo que volvía de trabajar”, agregó.
Piensan mudarse
Luego, una ambulancia lo trasladó hasta el hospital Samic, donde recibió las curaciones de rigor. Los cortes de la cabeza y el brazo demandaron varios puntos de sutura.
El mismo lunes radicó la denuncia ante la Sección Quinta de Cien Hectáreas, pero su agresor sigue en libertad.
“En la Policía me dicen que no pueden actuar sin una orden judicial, pero el tipo vive en el mismo barrio y nos amenaza. El martes me cruzó por el camino y me dijo que me va a matar y va a quemar mi casa porque le denuncié. Estoy con mucho miedo por mi familia”, alertó.
El joven trabaja en transmisiones de radio y es conocido por su pertenencia a un ballet tradicionalista, reside con su madre y un hermano menor y es muy apreciado por sus vecinos.
Su madre, Inés Lemes (50), se mostró muy preocupada por la situación y las amenazas posteriores, al tiempo que anticipó su intención de vender su casa y mudarse de barrio.
“El ladrón está identificado. Es un tal “Koki”, es mayor de edad y tiene antecedentes, pero sigue libre. Se nota que se cree intocable, porque casi mató a mi hijo y ahora amenaza con quemar mi casa. Estamos aterrorizados porque no tenemos seguridad. La verdad que estoy pensando en mudarme de barrio porque así es imposible seguir viviendo”, subrayó Lemes.
Fuente: territoriodigital – Foto Daniel Villamea