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Norma Esther Dranchenberg fue una de las primeras personas en socorrer a las víctimas de la Masacre de Panambí. Entre sollozos declaró ante el Tribunal Penal de Oberá. Fue la primera testigo en comparecer en el juicio contra Marcial Alegre, Pablo Julio Paz y Juan Ramón Godoy.
“Ese 25 de mayo a la tardecita, mi cuñado Oscar Carlos (Knack) apareció en la casa donde estábamos y pidió ayuda. Etaba todo quemado. Primeeo me preguntamos quién era. No lo habíamos reconocido.
Le dimos una silla. El pedía que vayan a socorrer a los demás, que habían sido asaltados y quemados. Mis nenes quedaron a cuidarlo y mi marido fue a la casa de Carlos”, recordó, muy compungido.
Ella alcanzó a hablar con Bianca Knack (12, otra de las víctimas). “Estaba muy malherida. Decía que no iba a aguantar el dolor. Contó que primero habían entrado tres delincuentes por la parte trasera de la casa y que empezaron a pegarle a su padre. Después dijo que a ella la sentaron en una silla y empezaron a quemarla con alcohol”, detalló.
Norma precisó que el fuego había consumido las orejas y la nariz de Bianca. Más de una vez remarcó que fue un horror indescriptible.
Además de Bianca y Oscar, murieron Graciela y Cristian Knack.
Fuente: Misionesonline