Un imponderable doméstico derivó en la sorpresiva suspensión por una semana del debate oral y público del expediente que investiga el cuádruple homicidio de la familia Knack.
Según confirmó el juez Francisco Aguirre, presidente del Tribunal Penal Uno, durante el fin de semana el magistrado José Pablo Rivero sufrió un accidente doméstico que le ocasionó una seria lesión en la rodilla izquierda, lo que le demandará 30 días de reposo.
En consecuencia, el camarista Jorge Erasmo Villalba fue citado para integrar el Tribunal en reemplazo de Rivero y el juicio por la masacre de Panambí deberá recomenzar de cero.
Es decir, se anularán las cuatro jornadas que se desarrollaron hasta ahora, incluida la extensa lectura del requerimiento fiscal de elevación a juicio y las declaraciones de los primeros 20 testigos.
El nuevo tribunal será integrado por los citados Aguirre y Villalba, más la jueza Lilia Avendaño.
Por los tiempos que requiere volver a citar a las partes, el nuevo debate comenzará el próximo martes 31 de octubre, a las 8.30, en el SUM de la Unidad Regional II de Policía.
“Lamentablemente, el doctor Rivero padeció un accidente doméstico y se lesionó la rodilla, por lo que tiene 30 días de reposo y fue necesario convocar a otra magistrado, en este caso el doctor Villalba. Al ser otra la conformación del Tribunal Penal, no queda otra cosa que anular lo actuado y volver a comenzar el debate desde cero”, precisó Aguirre.
En diálogo con El Territorio, el magistrado lamentó la lesión de su colega, al tiempo que manifestó que “el debate se venía desenvolviendo de manera correcta, pero son imponderables que suceden”.
Jornadas más largas
En este sentido, además precisó que el martes se leerá el auto de elevación a juicio, donde se expresan los hechos en base a la visión de la fiscalía, y al día siguiente comenzará la ronda de testigos.
Aguirre anticipó que en cada jornada habrá dos o tres testigos más que en el primer juicio, por lo que se extenderá la carga horaria de las audiencias.
La denominada masacre de Panambí costó las vidas del empresario maderero Oscar Knack (43), su esposa Graciela Mabel Mojsiuk (42) y sus hijos Cristian (25) y Bianca, quienes fueron torturados, amarrados y quemados vivos en su vivienda del kilómetro 7 de la ruta provincial 5.
En el caso están imputados el ex prefecturiano Pablo Julio Paz (54), Juan Ramón Godoy (46) y Marcial Benicio Alegre (54), quienes al momento del hecho residían en San Javier.
En las jornadas iniciales muchos testigos exhibieron contradicciones respecto a lo que declararon en la instrucción, ninguno vio a los acusados en la escena del crimen ni en las inmediaciones y desacreditaron dichos de Cristian Knack antes de morir, quien identificó a un “ex prefecturiano” que les compraba madera como a uno de los autores del hecho.
Respecto a la suspensión del primer debate, si bien son otras las circunstancias, vale recordar que aún está pendiente el nuevo juicio por el homicidio de la pequeña Selene Aguirre, tras desestimarse la recusación del tribunal.
Fuente: territoriodigital