“Si bien todos tenemos alguna limitación, no son un límite. Hay muchas personas que no tienen ningún tipo de dificultad, pero por miedo no se animan a hacer algo que los apasiona”, reflexionó Paola Arianne Delgado (29), protagonista de una historia de superación que inspira.
Egresada de la Universidad Nacional de Misiones como técnica en Comunicación Social, mañana, desde las 20 en la Casa del Bicentenario, presentará Con textos diferentes de un mismo amor, su primer libro de poemas.
Además, se desempeña como redactora en un diario digital obereño, pero “me siento más escritora que otra cosa; mediante la escritura trabajo y encuentro el mejor modo de expresarme”, reconoció en diálogo con El Territorio.
Su vocación literaria se fue gestando de a poco, primero relatando sus vivencias de niña y luego la transición a la poesía, en el despertar a otras pasiones que trae la adolescencia.
Paola nació sietemesina, no se le desarrollaron bien los pulmones y al momento del parto padeció una falta de oxígeno que derivó en una parálisis cerebral.
“Hice un paro cardiorrespiratorio y no había oxígeno en la sala de parto. Estuve clínicamente muerta y eso me trajo secuelas en la movilidad de la parte izquierda del cuerpo. Luego vino un largo proceso de rehabilitación y operaciones, al punto que un momento pensé que siempre estaría en silla de ruedas”, recordó.
A los 2 años fue sometida a su primera intervención y a los 12 atravesó la última, instancia que considera clave en la gestación de su veta artística.
“En el posoperatorio tenía que hacer algo para no aburrirme y empecé a escribir el día a día. Así se fue dando la escritura como mi mejor modo de expresión”, relató.
Amor y desamor
Con el tiempo, esa necesidad de contar sus vivencias se convirtió en poesía. Y entre sonrisas, confesó: “Empecé a escribirle cosas a la gente que me gustaba, pero nunca me animé a dárselas y quedaban para mí”.
“La computadora estaba llena de eso y mis amigos me decían que tenía que hacer algo para que la gente me conozca, que no podía quedarse sólo en el disco rígido. Ahí se me ocurrió hacer un libro, que es una meta ambiciosa, pero creo que demuestra que todos podemos hacer cosas si realmente queremos”, subrayó convencida.
Así como primero fueron los poemas y luego nació el libro, la veta literaria se fue moldeando al calor de sus vivencias.
Contó que se nutre de historias que vivió y que le cuentan, por lo que todos sus poemas tienen un costado real. A veces escucha una frase y la anota en el celular, y prefiere escribir de noche.
Su primer libro consta de 71 poemas, pero “tengo algunos más”, anticipó con vistas al segundo.
“Hay una frase de un maratonista español con esclerosis múltiple que dice ‘lo difícil no es haber llegado hasta la meta, lo difícil es llegar a la salida’. Yo pude dar el paso y salir a ver qué pasa”, graficó.
Orgullosa, mencionó que ella misma pagó la edición del libro con sus ahorros, al tiempo que subrayó que su mayor anhelo es que los lectores se emocionen con su obra. “Y si lo rechazan también, porque hay poemas que hablan de cosas muy fuertes, como el desamor o la costumbre en el amor, y por ahí alguien se siente identificado y no le gusta. Si a la gente le produce algo, lo logré”, concluyó.
Dos almas unidas (poema del libro)
En un largo abrazo de despedida
te dejo el perfume de un pronto reencuentro;
un beso que te sepa interminable;
mis canciones, mis risas, mis versos.
En la cadencia de un acento distinto,
mi voz te confiesa lo indecible,
aquello que es impronunciable,
lo que no expira ni en mil vidas
son cuerpos separados,
un amor inquebrantable,
dos almas secretamente unidas.
Por Daniel Villamea – Foto Luciano Ferreyra