El ministro de Defensa, Oscar Aguad, inició ya 40 sumarios para deslindar responsabilidades en la Armada por la pérdida del submarino ARA San Juan, que todavía no pudo ser localizado. Se trata de las primeras decisiones del Gobierno, a las que seguirá seguramente, una vez que la propia fuerza explique qué pasó, el relevo del jefe de la Armada, almirante Marcelo Eduardo Hipólito Srur, y de toda la cúpula naval.
Así lo detalló el diario La Nación, al cabo de una jornada en la que la crisis del submarino dominó por completo la escena política y militar.
«Que se haya tomado la decisión de un relevo no quiere decir que se ejecute ahora. Hasta que no se resuelva el caso del submarino y se sepa qué pasó no hay novedades», explicó, categórico, una fuente del Gobierno, que transmitió el malestar con la conducción naval a raíz del manejo de la crisis suscitada por la explosión del submarino y el incierto paradero de sus 44 tripulantes.
Aguad encabezó en el ministerio un comité de crisis y se reunió con el presidente Mauricio Macri, quien ayer habló por teléfono con su par Vladimir Putin. Como parte de esa diálogo, Aguad coincidió con el ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigu, en coordinar el envío de un buque ruso con equipo de rescate especializado para contribuir a la búsqueda del submarino perdido.
«El foco principal sigue siendo encontrar a la tripulación», confió a La Nación una fuente cercana a Aguad.
Horas antes de que lo hiciera público el vocero de la Armada, Enrique Balbi, el ministro de Defensa recibió el miércoles el informe de los Estados Unidos sobre la «anomalía hidroacústica» que provocó un giro en la búsqueda del submarino.
Según pudo saber La Nación, se lo entregaron personalmente el jefe de la Base Naval de Puerto Belgrano, contralmirante Luis Enrique González Mazzeo, y la secretaria de Servicios Logísticos del Ministerio de Defensa, Graciela Villata, que volaron especialmente esa mañana desde Bahía Blanca para llevárselo a Aguad en mano y sin intermediarios.
Villata, funcionaria de estrecha confianza del ministro, se había instalado en Puerto Belgrano para seguir de cerca el manejo del operativo de rescate naval. La conducción de la Armada tuvo, así, una virtual intervención -observación, según los comentarios más benévolos- para seguir de cerca las novedades del rescate.
Fuentes cercanas al ministro revelaron a la nacion que Aguad hubiera preferido enterarse antes que nadie de las anomalías reportadas por el comandante del submarino y de los siete intentos de llamados que se registraron el sábado, entre otras novedades que se conocieron a lo largo del proceso.
El ministro de Defensa venía trabajando desde hace varias semanas en una reestructuración de las Fuerzas Armadas. La crisis del submarino ARA San Juan cambió el eje y trastocó los plazos, pero la decisión final no cambiará. «Los cambios se harán, pero ahora hay otras prioridades y su aplicación se retrasará un poco; pero difícilmente se dé marcha atrás», resumió un colaborador de Aguad.
El plan prevé un recambio en la conducción militar, que arrastrará a los jefes del Ejército, teniente general Diego Suñer, y de la Fuerza Aérea, Víctor Amrein. La finalidad es fortalecer el papel del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, conducido hoy por el teniente general Bari del Valle Sosa, tal vez el militar mejor considerado por el presidente Macri.