Su nacimiento, el 24 de diciembre de 2016, fue un milagro de Navidad para la familia Bannan. PRIMERA EDICIÓN visitó a Amelia en su casa y charló con su gente. Todos los preparativos para celebrar a “este luchador”.
Este domingo 24 de diciembre Santino, el hijo de Amelia Banann, cumplirá su primer añito de vida. Su nacimiento es, para toda su familia, la muestra más perfecta de que Dios existe entonces se preparan para festejarlo con todo. Mientras, mamá Amelia continúa con los tratamientos kinesiológicos, terapéuticos y fonoaudiológicos y día a día muestra mejorías. Su recuperación es la obsesión de sus hermanos Norma, Juan y César así como la de sus padres y, obviamente, también de Santino.
El 24 de diciembre de 2016, a las 23.56, apenas minutos antes de la Navidad -casi como si fuera el Niño Jesús- nació Santino Gabriel. La hora y el día de su nacimiento le dieron más contexto a su milagrosa historia: su mamá, Amelia, había sufrido un siniestro vial el 1 de noviembre, cuando estaba embarazada de cinco meses, y desde entonces se encontraba en estado de coma en el Hospital Materno Neonatal. En esa condición dio a luz a su bebé que pesó 1,810 kilogramos. PRIMERA EDICIÓN publicó en exclusiva su milagrosa historia.
Poco a poco Amelia fue recuperándose frente a la mirada asombrada de médicos y enfermeros. Sus hermanos estuvieron a su lado de manera incondicional en cada pequeño paso que daba, incluso cuando volvió a decir algunas palabras en abril de este año, cinco meses después del siniestro vial. Fueron ellos quienes decidieron trasladarla a la Clínica Neuma para continuar su recuperación y en octubre de este año se la llevaron a casa. Tanto su recuperación como el nacimiento de Santino son, para sus familiares, un “milagro de Dios”.
Su vida en San Vicente
El 14 de octubre de este año, sus hermanos César y Norma emprendieron el viaje de San Vicente a Posadas para buscar a Amelia. Estaban convencidos que estar cerca de su familia y vivir con Santino ayudaría a su recuperación y así podría tener un tratamiento más personalizado.
“Podía quedarse en la Clínica, pero preferimos que esté en su casa porque ella lo pedía. Acá estamos los tres hermanos pendientes todo el tiempo, le hacemos hacer los tratamientos de kinesiología dos veces por día, fonoaudióloga y otros terapeutas que piden sus médicos”, dijeron.
El amor de sus hermanos y su atención es lo que ayuda a hacer todo más fácil para la mujer policía y su hijo. Norma, su hermana, es psicopedagoga pero desde el accidente de Amelia dejó su trabajo para dedicarse pura y exclusivamente a su cuidado y el de Santino, como al de su propia hija.
“Estamos pendientes de ella y de su bebé todo el tiempo. Los dos necesitan mucha atención y fue por eso que yo dejé de trabajar hasta que ella se recupere y pueda cuidarse sola”, dijo Norma a PRIMERA EDICIÓN.
Por estos días Amelia vive sola con su hijo en su casa de San Vicente. Allí tiene la atención permanente de sus hermanos y también sus padres están muy pendientes pese a que viven en San Pedro. Justamente se trasladarán hasta allí para pasar la Navidad en familia.
En plena recuperación
Amelia es policía y, con sus compañeros, viajaba de San Pedro a Posadas cuando el auto volcó. Ella fue quien más consecuencias sufrió: tuvo un daño cerebral que la mantuvo en terapia intensiva y en coma pero pudo salir adelante. Quedaron algunas secuelas: no puede hablar bien y tiene algunos problemas con los movimientos.
Con el trabajo kinesiológico lentamente está volviendo a caminar y ya puede manejar un poco las manos. “Ahora ella camina y se puede manejar sola gracias al tratamiento kinesiológico que hace dos veces por día. Es lo que le pidió la neuróloga que la atendió. Mediante ese esfuerzo ya está caminando sola. Esta semana la dejamos que entre caminando sola desde el portón a la casa. Son unos doce metros y nos puso muy contentos. Nadie sabe pero había médicos que no nos daban expectativa de que se salve y ahora ella está caminando”, relató César a este Diario.
“La fonoaudióloga está realizando un trabajo estupendo con Amelia. Ya puede decir muchas palabras y cada vez se la entiende mejor. Cada día puede decir una palabra nueva y ya habla con nosotros. Eso, para nosotros, es algo supremo”, remarcaron sus hermanos, que afirmaron que es una obra de Dios que esté viva y recuperándose.
“Hubo personas que nos pedían que la dejemos ir pero nosotros le veíamos con su hijo en la panza y decíamos que no. Recurrimos a la oración de la gente, pedíamos oraciones por las redes sociales y los medios de comunicación y nos contactaba gente de todas partes del mundo para decirnos que estaban orando y rezando por Amelia y su hijito. De todas partes de la Argentina hacían cadenas de oración. Recibimos mensajes de muchos países de América. Hubo gente de Colombia que mandó un mensaje que nos llenó el alma. Todos decían que sentían la presencia del Espíritu Santo y aseguraban que se iban a salvar”, recordaron.
Los hermanos de Amelia creen que ella se va a recuperar totalmente y va a llevar una vida casi normal. “Desde que salió de la clínica hubo una recuperación asombrosa en la parte motriz y neurológica. Vemos como cada día se recupera un poquito más y es el esfuerzo que hace y que hacemos nosotros. Pronto va a estar bien y tenemos fe en Dios que va a recuperarse y va a quedar casi como antes. Lo que todavía no logra es recordar lo que pasó en el accidente. Recuerda cosas a corto plazo, pero no a largo plazo. O sea antes de que se despertara”, señaló Norma.
Se viene el primer añito de Santino
“Santino es un niño como cualquier otro. Anda todo el día, no para. Lo ponemos en su andador y recorre toda la casa”, dijo Norma. Contó que Amelia “se queda sola con él mucho rato y lo cuida. Se arregla bien. Ese fue un pedido de los profesionales que la están tratando para poder hacer un seguimiento de su evolución neurológica. Vemos que le hace bien porque cuando llegamos nos cuenta todo lo que hizo su hijito”, agregó.
Amelia no habla mucho pero a todos con los que se encuentra les dice “Este es Santino, mi hijo. Es lindo, muy bonito” y algunas otras frases cortas. Se emociona mucho cuando le hacen preguntas sobre ella y su vida anterior al accidente y dice “no me acuerdo de nada”. Pero también aclara que “estoy bien, voy a mejorar”.
Cuando PRIMERA EDICIÓN le preguntó sobre Dios y su fe, dijo “creo mucho en Dios y soy evangélica. Mucha gente oró por mí. Me lo contaron y les agradezco por eso”.
Este domingo Santino va a cumplir su primer añito de vida pero lo van a festejar el sábado 30 de diciembre en un salón de fiestas de San Vicente. Sus tíos preparan un agasajo para que comparta con sus primos, tíos, familiares y amigos. “Estamos a full preparando el cumpleañitos de Santino y Amelia nos ayuda”, dijo Norma.
César, por su parte, afirmó que “vamos a prepararle un hermoso cumpleaños porque este luchador se lo merece. Se lo ve bien, pero solo él sabe la lucha que tuvo que dar. Él y Dios”.
Fuente/Foto: PRIMERA EDICIÓN