El Senado convirtió en ley este miércoles el Presupuesto 2018, la reforma tributaria y la prórroga del Impuesto al Cheque, en una extensa sesión especial, que marcó el regreso a la Cámara alta de la expresidente Cristina de Kirchner.
La denominada “Ley de Leyes” que contempla un crecimiento anual de 3,5% del PBI, un aumento de 12% para la inversión y una inflación anual promedio de 15,7% fue sancionada con 54 votos a favor y 14 en contra.
En tanto, la reforma tributaria que establece una reducción gradual del impuesto a las Ganancias para empresas y de los aportes patronales, al tiempo que grava la renta financiera y eleva los impuestos a la cerveza y bebidas espirituosas, fue aprobada con 52 votos afirmativos, 15 negativos y una abstensión, de la senadora Lucila Crexell del Movimiento Popular Neuquino.
La prórroga al Impuesto al Cheque- hasta 2022-, que destina el total de su recaudación al sistema previsional, fue sancionada con 65 votos a favor, 2 en contra y una abstención.
Cristina de Kirchner tomó la palabra para cerrar en representación del FPV-PJ, que tiene menos senadores, y le siguió Pichetto en nombre del Bloque Justicialista.
“No creo que la gobernabilidad sea decir todo que sí”, sostuvo la senadora en alusión al argumento que el sector del justicialismo que conduce Pichetto viene esgrimiendo desde que inició la gestión de Cambiemos para votar a favor la mayoría de los proyectos enviados por el Gobierno.
También, en el marco del acuerdo que sellaron la Casa Rosada y los gobernadores para aprobar el paquete de leyes económicas, la expresidenta hizo referencia a la obediencia de los senadores peronistas a los mandatarios provinciales que predica el senador rionegrino.
Al respecto, Cristina dijo que “todos saben por qué firmaron los 23 gobernadores” y agregó: “Dos días antes de que firmaran apareció una foto de la gobernadora bonaerense y el presidente de la Corte Suprema con motivo de la demanda de la provincia de Buenos Aires por el Fondo del Conurbano”.
“El ministro del Interior (Rogelio Frigerio) les dijo a los gobernadores si habían visto la foto y que era mejor que arreglen. Una conducta poco institucional”, agregó la senadora.
En tanto, Pichetto defendió el respaldo a los proyectos económicos del Gobierno con el argumento de que lograron modificaciones y agregó: “Yo no puedo subestimar a los gobernadores, vienen tratando de defender el interés y los recursos de sus distritos y fundamentalmente cuidar el sector público y pagar a fin de mes los sueldos y las jubilaciones”.
“Hay provincias que empezaron las clases en el mes de septiembre, no voy a dar nombres por una cuestión de respeto”, agregó el senador justicialista en una clara alusión a la provincia de Santa Cruz, donde gobierna el kirchnerismo.
También respondió a las críticas de Fernández de Kirchner respecto de la premura con que se trataron los proyectos en el Senado y dijo: “Me molesta cuando somos hipócritas. Es cierto que el Gobierno debería haberlo debatido con más tiempo, pero en los últimos 15 años en el Senado el proceso del tratamiento del Presupuesto ha durado una reunión de comisión”.
En el inicio del debate, Esteban Bullrich fue el senador de Cambiemos elegido como miembro informante para defender la llamada ley de leyes, con un discurso en el que expuso pocos números y eligió centrar en conceptos políticos.
“Nuestra visión debe enmarcarse sobre los ejes que se ha fijado el gobierno nacional, terminar con la pobreza, derrotar al narcotráfico y unir a los argentinos”, recalcó el senador, y afirmó que “la pobreza es la peor vulneración de los derechos humanos”.
El senador efectuó un repaso de las medidas tomadas por la administración de Mauricio Macri en el área social, como la ampliación de las asignaciones universales, la reparación histórica a losjubilados o el aumento del seguro de desempleo.
También consideró como central la baja de la inflación y la reducción del déficit fiscal, y señaló que “no basta con reducir la inflación si no se reconoce la situación social”.
“La inflación, que estamos reduciendo, era el impuesto más dañino para el crecimiento y para aumentar el empleo formal”, aseveró en su discurso, y ratificó que el Presupuesto 2018 contempla “una caída del déficit para un crecimiento económico sustentable”.
Destacó también el acuerdo con las provincias para eliminar el impuesto a los Ingresos Brutos y lograr la desaparición de las aduanas internas, y enfatizó la necesidad de construir confianza hacia afuera.
Bullrich ponderó la inversión prevista en infraestructura, especialmente en materia vial que, afirmó, permitirá “fortalecer el federalismo”. Aseguró que el plan de inversión atiende los derechos de todos los ciudadanos, y garantizó que se busca avanzar hacia un 100% de argentinos con agua corriente y un 75% de argentinos con cloacas para fines de 2019.
En representación del kirchnerismo, la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti lo secundó en el uso de la palabra y dijo estar “sorprendida” por lo que calificó como “un discurso que pareció un conglomerado de frases inconexas”.
La senadora del bloque del Frente para la Victoria que integra el bloque de la ex presidenta Cristina de Kichner, acusó al Gobierno de “representar los intereses de las grandes corporaciones”, y calificó el debate de las leyes económicas “como una maratón de ajuste falsa y mentirosa”.
Fernández Sagasti adelantó que su bloque de ocho senadores firmaría un dictamen de minoría, mientras que su par María de los Angeles Sacnun, con quien compartió el uso de la palabra, refutó los dichos de Bullrich al sostener que las políticas oficiales “vulneran” los derechos humanos “en lugar de atenderlos”.
En el inicio de la discusión del Presupuesto, el senador por el peronismo federal Adolfo Rodríguez Saáprotestó por el hecho de que los proyectos como el del pacto fiscal firmado con los gobernadores no haya sido girado a comisiones como la suya de Coparticipación Federal, y también criticó el “tratamiento exprés” que, según afirmó, impulsaría el Poder Ejecutivo.
La senadora nacional de Cambiemos Silvia Elías de Pérez declaró que la reforma tributaria marca “un hito histórico” debido a que “va a sentar las bases para que aumente la inversión”.
Elías de Pérez remarcó que “es una reforma de alivio fiscal”, aseguró que el Gobierno nacional “está resolviendo estamos resolviendo muchas injusticias y la poca creatividad que teníamos” y precisó que “Argentina ocupa hoy el lugar número 135 sobre 138 países en cuanto a incentivos a la inversión”.
En ese sentido, señaló la importancia de promover esta reforma tributaria al sostener que el actual es “un sistema complejo burocrático, inequitativo y regresivo de muchos de los impuestos”.
María Eugenia Catafalmo, del peronismo puntano, consideró que esta norma “de federalismo no tiene nada” y protestó por la “subejecución de partidas presupuestarias” y “una disminución del gasto” para la provincia de San Luis que representa junto a Adolfo Rodríguez Saá.
En representación del interbloque Argentina Federal, el chubutense Mario Pais reconoció la importancia de “transformar el sistema tributario argentino” al expresar que “tenía una complejidad que posibilitaba la evasión y las dificultades de aquellos pequeños contribuyentes”.
Sin embargo, advirtió que la nueva ley “no altera la matriz tributaria nacional sino la complejiza mucho más” y en algunos puntos “va en detrimento de las economías regionales”.
En tanto, el peronista formoseño José Mayans sostuvo que la Ley de Presupuesto “está llena de mentiras”, que el gobierno “no mide la realidad” y que “está generando cada vez más pobres”.
“Los resultados que tenemos son pésimos. Hay caída del PBI”, indicó Mayans, pese a que los datos económicos señalan que aumentó poco menos que el tres por ciento en 2017.
El cordobés Carlos Caserio elogió algunos puntos de la Reforma Tributaria, como la baja de las contribuciones patronales y la eliminación del pago del Impuesto a las Ganancias a cooperativas y mutuales.
Sin embargo, consideró que “es una reforma pobre” y aseguró que “los objetivos de esta propuesta no van a cubrir las necesidades del déficit fiscal que tiene el país”.