Antonella Nahiara (6) recorrió cuatro kilómetros de monte y plantaciones hasta llegar a un camino angosto, ubicado a la salida de una capuera, en inmediaciones del Arroyo del Medio (en la zona conocida como Línea 45). Estaba exhausta. Su valentía para escaparse había sido clave para evitar una tragedia. Si no huía del hombre que la había raptado la noche anterior en Campo Grande, hubiera terminado violada y probablemente asesinada. Ahora la nena está fuera de peligro. No fue víctima de abuso y está recibiendo contención familiar y de profesionales de la Policía de Misiones.
La aparición con vida de la niña fue un bálsamo para todo el pueblo campograndense y para los más de 100 efectivos de la fuerza de seguridad que montaron un gran despliegue, supervisado por el propio jefe, el comisario general Manuel Mártires Céspedes. Gracias a ese operativo rastrillo, detuvieron al supuesto secuestrador, que se llama Alberto Medina y tiene 27 años.
Antonella fue ubicada a las 9 de este martes por personal de la Guardia de Infantería de Alem y por cadetes de la Escuela Superior de Policía “Manuel Belgrano”. Ellos estaban abocados a la búsqueda, junto con efectivos del pueblo y otros llegados de Puerto Rico, Jardín América, Oberá, Posadas, Campo Viera y Aristóbulo del Valle. El rastrillaje duró toda la noche.
El lunes por la noche, la niña y su hermana Maribel (7) vendían choclos en el barrio Cainguás cuando apareció un hombre que preguntó por la mercadería que llevaban. Les dijo que iba a comprarles, pero que tenían que acompañarlo por una plantación de té y yerba mate. Maribel sospechó y se apartó. Antonella, en tanto, cayó en la trampa. No era un comprador, sino un pervertido que quería raptarla. Y lo hizo.
La mayor de las hermanitas salió corriendo y alertó a su padrastro, Román Isidro (36), quien a su vez alertó a la Policía. La familia reside en el Kilómetro 40 de Campo Viera, en el límite con Campo Grande.
Los uniformados montaron la búsqueda, que tuvo su primer resultado cuando encontraron el pantalón polar rojo y una ojota de la nena secuestrada. Era un mal presagio y muchos temieron lo peor. Junto a esos elementos estaba una remera. Esa prenda luego terminaría complicando al único sospechoso arrestado. Él se la habría sacado en su afán de someter carnalmente a la pequeña.
A las 6.30 ya del martes, detuvieron a Alberto Medina, domiciliado sobre la calle Tierra del Fuego de Campo Grande. El hombre estaba a 400 metros de la ruta nacional 14. Llevaba el torso desnudo y signos de roce de malezas en la piel.
La búsqueda entonces se orientó hacia ese sector. La Línea 45. Dos horas y media después, dieron con Antonella. Fue allí que pudieron reconstruir el horror que había atravesado: después de tomarla por la fuerza, el degenerado le sacó el pantalón y la llevó hasta un monte, donde pretendió violarla, pero ella escapó. Durante toda la noche, la pequeña atravesó malezales y sembradíos. Cuando dieron con ella, caminaba llorando, sólo con la remera puesta, por un camino vecinal, a unos 1000 metros de la ruta 14. Los policías corrieron a asistirla. Hubo mucha emoción entre los uniformados. La misión estaba cumplida y terminaba con éxito.
Durante el operativo también dieron con la bolsa de choclo que intentaba vender Antonella, tirado cerca de donde la raptaron, al borde de un yerbal.
En el traslado entre el lugar del hallazgo y la comisaría de Campo Grande, la niña se durmió. Estaba muy cansada y asustada. Desde la seccional la llevaron al hospital, donde se corroboró que no la habían violado.
Tan valiente como ella fue su hermana Maribel, cuya descripción del secuestrador fue tan clara y precisa que cuando los policías estuvieron ante Medina no dudaron de que se trataba del principal sospechoso.
Ahora se investiga un dato que se escucha con fuerza. Medina ya habría seguido los movimientos de las hermanitas días antes, cuando ellas ofrecían los choclos a los vecinos de la zona.
El detenido quedó a disposición de la jueza Alba Kunzmann de Gauchat, del Instrucción Dos de Oberá. De momento, el sumario está caratulado como “privación ilegítima de la libertad y abuso sexual simple”.
Antonella volvió a casa. Por orden de la magistrada, recibirá contención por parte de profesionales. Campo Grande y las localidades cercanas volvieron a la calma.
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