Vecinos de Pozo Azul realizaron una marcha en la tarde de ayer pidiendo justicia, más seguridad y condena a la corrupción. Aún conmocionados por el aberrante hecho que los sorprendió el sábado por la tarde, una importante cantidad de personas de todas las edades marcharon por más de seis kilómetros partiendo del punto donde fueron raptadas las nenas menores hasta el juzgado.
En los rostros de los presentes hubo tristeza, dolor e impotencia; en las manos, carteles repudiando la violación a la menor de seis años y la esperanza de ser escuchados. El calor de las 3 de la tarde y el largo trayecto sólo fortaleció a quienes participaron poniendo de manifiesto que es un reclamo de toda la comunidad.
Abuelas, niños, embarazadas, estudiantes, docentes, hombres y mujeres que temen por la integridad de todos cantaron, gritaron y rezaron con un único fin: acompañar a la familia de las niñas y en favor de los derechos de todos. El hecho de que el principal sospechoso falleciera en la tarde de ayer suma al dolor y la tristeza cierto grado de impotencia.
Críticas a las autoridades
“Una de las niñas está muy grave aún, esperemos que la muerte de Sotelo no sea motivo para que dejen todo así, como pasa siempre, él murió de una forma que es lo mínimo que se merecía, pienso que se hizo justicia por parte de Dios, por eso marchamos por justicia para las nenas, hace falta más seguridad en Pozo Azul, es muy triste lo que pasó en este lugar tan humilde”, indicó Patricia, una de las tantas vecinas que participó en la movilización.
La falta de confianza para con los agentes que se desempeñan en la zona no estuvo ajena. Son varios los cuestionamientos que se hacen los lugareños, principalmente hablan de que la historia podría ser contada de forma diferente si los policías hubieran actuado más rápido, ya que demoraron más de 35 minutos en llegar al lugar donde quedó muy mal herida una de las víctimas.
“Esto nos tocó muy de lleno, si bien Sotelo murió, pedimos se sancione con una pena al policía que lo ayudó a huir; si eso no hubiera pasado, hoy estaríamos contando que la persona realmente estaría pagando en vida lo que hizo. Yo creo que capaz hubo fallas y por eso no se pudo evitar la violación”, señalo Nazareno, al tiempo que expresó lo que siente ante la situación: “Genera bronca e impotencia porque nosotros confiamos en el personal policial y enterarnos de una noticia de estas nos deja bastante frustrados y asustados”.
Una de las personas que se sumó a la marcha fue una mujer que estuvo minutos después del secuestro y asistió a la hermana mayor en el lugar del hecho.
La señora, que no reveló su nombre, el pasado 15 de septiembre de 2015 vivió muy de cerca una situación similar. Se trató de un intento de secuestro de uno de sus nietos de apenas 3 meses, que al momento estaba en brazos de su madre.
En su momento se realizaron las denuncias pertinentes, pero no hubo investigación, según denunció.
Mientras caminaba, la mujer contó que “esa vez un auto le paró a mi hija y quiso sacarle a mi nieto de tres meses, se hicieron las denuncias, pero quedó en la nada porque no teníamos pruebas, pero no se reforzaron los controles ni se investigó qué estaba pasando. Ahora sí paso, esto no puede seguir así, yo nunca pensé que vería algo así. La nena toda ensangrentada, nuestra seguridad no puede fallar en esto, necesitamos más efectivos policiales”.
Una vez que llegaron a la zona urbana del municipio, realizaron una parada frente a la escuela, donde varias personas expresaron sus palabras. En este momento, como en la mayor parte del recorrido, el pedido es el mismo: “Queremos Justicia, queremos más seguridad”. Luego finalizaron el encuentro frente al juzgado.
Durante el tiempo que se realizó la movilización, cada uno de los presentes lo hizo en completo respeto, incluso los automovilistas debieron tener paciencia y seguían a los caminantes que terminaron utilizando ambos carriles de la ruta provincial 20, siempre custodiados por los uniformados.
La mancha
Sin embargo, uno de los presentes no supo respetar el sentido que los vecinos le dieron al unirse y pedir justicia. Este hombre utilizó el micrófono sin medir palabras, provocando malestar y descontento entre los participantes. “Nosotros no vinimos a marchar con el mismo fin político con el que vino Ricardo Javier, que realizó reclamos y mezcló palabras no aptas para el momento, fue una marcha de dolor y no de política como vino hacer, por eso vamos a realizar una nota en repudio a ese momento que hizo que varias personas se retiren antes del cierre”, manifestó Marlene Correa.
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