Hace una semana, el pasado lunes 23 de abril, dos alumnos de primer año de la Escuela Provincial de Educación Técnica (Epet) N° 3 fueron asaltados a punta de navaja por otros dos adolescentes, uno de los cuales usaba una remera de la Escuela de Comercio N° 1 de Oberá.
Las víctimas brindaron datos de los agresores y las pocas horas fueron demorados. Si bien negaron la acusación, en poder de uno de ellos los investigadores policiales hallaron la calculadora y el celular mal habidos.
Para colmo, en el teléfono encontraron fotos de los sospechosos, lo que corroboró la autoría del hecho. Ambos se tomaron selfies en diferentes poses, como jactándose de sus andanzas.
“Encima los muy vivos después de robarle el celular a mi hijo se sacaron fotos y no las borraron. Se ve claramente la chomba de la Escuela de Comercio”, comentó Susana Parfeñuk, madre de uno de los menores asaltados.
Visiblemente indignada, la mujer relató que el robo se registró el lunes a las 4, a la salida de clases, en inmediaciones del colegio.
“A mi hijo le pusieron una navaja en la panza y le sacaron el celular del bolsillo, mientras que el otro lo agarraba del cuello. Recuperamos el celular, pero me hijo y el compañero están con mucho miedo”, lamentó.
Asimismo, precisó que al momento del hecho uno de los asaltantes llevaba puesto el uniforme de la Escuela de Comercio.
“Cómo puede ser que un colegio siga teniendo entre sus alumnos a un peligroso ladrón. Si mi hijo fuera a ese colegio lo sacaría ya mismo para que no conviva con ladrones que andan por ahí con una navaja asaltando chicos de otros colegios”, subrayó.
Y agregó: “Gracias a Dios tienen el apoyo de todo el colegio, de directivos y alumnos de la Epet que se portaron excelente, además de los parientes y amigos”.
Faltan límites
El último hecho se inscribe como un nuevo capítulo en la escalada de violencia escolar que se registra en esta localidad desde principios del ciclo lectivo.
Además, en las últimas semanas varios alumnos de la Epet fueron agredidos o amenazados en la vía pública por adolescentes que asisten a la Escuela de Comercio, según consta en las denuncias policiales.
En consecuencias, los respectivos tutores se contactaron con las autoridades escolares para comentar la situación, al tiempo que la Policía implementó patrullajes de prevención.
El director de la Epet, Jorge Romero, comentó que incluso se produjeron incidentes con alumnas agredidas por chicas de otro colegio.
“Los chicos nuestros dicen que los de la Comercio los califican como chetos porque andan con el uniforme de la escuela. Y en general, cuando las chicas se pelean es porque hay envidia”, explicó.
En tanto, hizo un llamamiento a los padres y consideró que la violencia obedece a un problema social de fondo.
“El problema es social, cultural, económico. La familia es la primera unidad educativa y la escuela la segunda, pero parece que hoy sólo la institución educativa tiene la misión de educar a los alumnos”, opinó.
Como ejemplo, citó que “cuando llamamos a reuniones de padres para la entrega de libretas, vienen los padres que saben que sus hijos andan bien, los demás no vienen”.
El Territorio