El árbitro argentino Néstor Pitana completó una aprobada tarea en el partido inaugural del Mundial de Rusia entre el local y Arabia Saudita. El misionero pasó prácticamente por desapercibido, no protagonizó ninguna polémica y apenas tuvo que intervenir un par de veces.
La supremacía de Rusia en el campo de juego le facilitó la tarea a Pitana. Esto hizo que el trámite no fuera friccionado y que las discusiones se redujeran al mínimo.
Pese a tener el VAR, no tuvo que recurrir a la tecnología. Apenas sacó dos tarjetas amarillas, ambas sobre el final del encuentro, todo una muestra del trámite del mismo.