Según confirmó el presidente de los puesteros, Raul Domínguez, “entra muy poca gente, y solo preguntan precios. Nosotros tratamos de mantenerlos, pero es insostenible casi. Estamos aguantando, esperando a ver que pasa”.
“Nos desfavoreció un montón el tema del cambio, las ventas cayeron mucho y varios compañeros cerraron sus locales, se fueron para rebuscarse, porque no les alcanza para la canasta familiar”, expresó Domínguez al programa “La Mañana del Aire”, de la emisora local El Aire de Integración.
“Son más o menos 10 locales los que cerraron por bajas ventas y no lograron sostenerse, así que quedamos pocos”, agregó.
El referente mercantil advirtió que la misma situación se repite en otros puestos ubicados en la zona céntrica de Oberá.
Comentó que hoy los elementos electrónicos son los de menor salida: “Es lo primero que deja de comprar la gente, pero algo de vestimenta todavía se vende”, matizó.
Por otro lado anunció que realizan gestiones para bajar los aranceles fijos que se abona a la Comuna por los puestos del Paseo de Compras, aunque admitió que “eso es difícil”.
“Pagamos un monto mensual de 1.050 pesos, además de que como monotributistas también tenemos que pagar. Algunos directamente no pueden”, lamentó.
“Se encareció mucho todo, pero tenemos que soportar y ser optimistas”, finalizó.
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