El juez federal Claudio Bonadio decidió esta mañana dictar el procesamiento del misionero Oscar Thomas, en el marco de la causa que investiga una supuesta asociación ilícita encabezada por Cristina Fernández y dedicada a la recaudación de dinero a partir del cobro de coimas. Además, dictaminó que permanecerá detenido.
Thomas, ex director de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) durante los gobiernos de Néstro Kirchner y Cristina Fernández, se convirtió en el procesado número 43 de la causa que se disparó a partir de la aparición de una serie de cuadernos escritos por Oscar Centeno, ex chofer de Roberto Baratta y Julio De Vido en el Ministerio de Planificación Federal. En esos cuadernos Centeno relataba un circuito de recaudación de coimas, en el que Thomas aparecía mencionado, al menos, once veces.
Thomas estuvo prófugo desde el 1° de agosto pasado, cuando estalló la causa, hasta que fue atrapado el 18 de septiembre pasado. Además lo embargaron por cuatro mil millones de pesos por considerarlo miembro de la organización ilícita que encabezó la ex presidente Cristina Kirchner.
«Niego haber entregado dinero, bolsos, bolsitas, paquetes o cajas a ex funcionarios», dijo el ex titular de la EBY en su indagatoria ante Bonadio.
La definición procesal sobre Thomas fue más tardía que la del resto porque se lo detuvo más tarde. Y su condición de prófugo no lo ayudó a la hora de pedir su libertad. «Resulta una evidente demostración de los medios y vínculos con los que cuenta para permanecer en la clandestinidad», sostuvo Bonadio en su escrito.
Añade además que «para lograr su detención se tuvo que dar intervención a distintas dependencias de las fuerzas de seguridad de la Nación, se dispusieron diversas medidas de prueba como ser intervenciones telefónicas y allanamientos en distintas ciudades de nuestro país y el Ministerio de Seguridad de la Nación ofreció una recompensa para la persona que brinde datos que permitan su captura».
«Las circunstancias apuntadas de modo previo, las características particulares de los hechos que se le enrostran y el actual estado de la investigación, configuran una desfavorable impresión sobre sus condiciones personales, y permite concluir que en caso de seguir en libertad, no habrá de someterse a la actuación de la justicia, por lo que se encuentra consecuentemente fundada la presunción de que intentará eludir el accionar de ésta; como también de que la entorpecerá», sostuvo el juez.