Río de Janeiro. El ultraderechista Jair Bolsonaro quedó a un paso de ganar la presidencia de Brasil . Los resultados oficiales de la primera vuelta consagraron al polémico diputado y exmilitar como el gran ganador del día, con el 47% de los votos. Pese a que obtuvo más votos de lo que anticipaban los encuestas, no le alcanzó para ganar en primera vuelta y debería competir el 28 de octubre con Fernando Haddad, el candidato del Partido de los Trabajadores, que obtuvo el 28.%
Para ser declarado ganador en primera vuelta se requiere una mayoría absoluta, es decir, el 50% más uno de los votos válidos. Desde la redemocratización, esa hazaña sólo fue lograda dos veces, por el socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso, que derrotó al petista Luiz Inacio Lula da Silva en 1994 y 1998 sin necesidad de ir a un ballottage.
Los resultados en todo el país -salvo en la zona del Noreste, tradicional bastión del PT- indican una avalancha de votos para el controvertido diputado, que ha defendido la última dictadura militar y ha protagonizado varios escándalos por sus declaraciones de tono machista, homofóbico y racista. Su campaña tuvo como ejes la lucha contra la corrupción y la inseguridad generada por la creciente criminalidad, temas que se ubican entre las principales preocupaciones de los brasileños.
Después de una campaña agresiva, marcada por la polarización derecha-izquierda, la jornada transcurrió en un ambiente de gran tranquilidad pero con muchas demoras por fallas en las urnas electrónicas y la adaptación de la gente al nuevo sistema biométrico obligatorio en casi todo el país, que identifica al votante por sus huellas digitales. Según el Tribunal Superior Electoral, debieron ser sustituidas 1285 de las 454.493 urnas electrónicas utilizadas en todo el país. Para garantizar que la gente que había acudido a sufragar pudiera hacerlo aún después del horario de cierre de los comicios, en muchos lugares se entregaron números en las largas filas que se formaron en los centros de votación.
Por su parte, el Centro Integrado de Comando y Control de la Secretaría Nacional de Seguridad Pública informó que se realizaron 331 detenciones por sospechas de crimen electorales y se registraron 901 incidentes menores. Los supuestos crímenes más comunes fueron el transporte ilegal de votantes, la compra de votos y la propaganda electoral.
En tanto, la misión de observadores de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que por primera vez actuó en Brasil, resaltó la normalidad de las elecciones, sin problemas serios.
“Hemos observado un proceso electoral con bastante normalidad en contraste con la preocupación que existía durante la campaña electoral”, señaló la titular de la delegación de la OEA, la expresidenta constarricense Laura Chinchilla, que tuvo a su cargo medio centenar de expertos.
Fuente: La Nación