Un adolescente de 15 años está en la mira de la Justicia de Menores de Oberá, sospechado de haber abusado sexualmente de una compañera de curso, de 14, en una fiesta de despedida de año. El papá de la chica dijo que la médica que le atendió les explicó que la tremenda lesión que tenía, provocó una hemorragia tan grave que, si tardaban más en llevarla al centro médico, podría incluso haberle costado la vida.
La jueza interviniente dispuso la entrega del menor a la familia para guarda y custodia. Esta medida generó un profundo malestar los padres de la chica, que quieren la detención del sospechoso.
De acuerdo con la denuncia, la noche del 29 de noviembre, la adolescente fue hasta la casa de una compañera, donde algunos chicos del primer año donde ambas asisten iban a comer pizzas para cerrar el 2018.
A las 2 (ya del 30 de noviembre), los padres de la joven fueron a buscarla. Pero ella pidió quedarse un rato más. Una hora después, ella regresó al barrio Villa Schuster con los papás. Entonces empezó el drama. La jovencita sufrió una hemorragia indisimulable y grave, que primero quiso ocultar diciendo que estaba menstruando.
La chica fue llevada al hospital Samic de urgencia. En el centro de salud se detectó que había sufrido un desgarro vaginal y tuvo que ser intervenida quirúrgicamente.
El padre de la joven hizo la denuncia por abuso. Fue hasta la casa donde habría sucedido el ultraje y el dueño de la vivienda le aseguró que la jovencita nunca salió de esa residencia.
En diálogo con FM Red Ciudadana, el hombre dijo que la doctora que asistió a su hija en el hospital les explicó que la hemorragia fue tan grande que, si tardaban más, le podría haber costado la vida a su hija. “Hoy hablamos de una violación pero pudo ser un homicidio. Yo estoy desesperado porque estamos solos y no hay un detenido. Si hay un responsable está suelto y le puede pasar lo mismo o peor a otra joven”, dijo.
Según relató debió ampliar la denuncia para que a su hija le tomen declaración en Cámara Gessel y que a 19 días de ocurrido el hecho, sienten impotencia, porque no ven que se mueva la causa.
Sobre lo que le ocurrió a su hija, dijo que presumen que habría sido dopada o le dieron algo porque el médico también les dijo que por la gravedad de la lesión, o estaba inconsciente cuando ocurrió o debió haber gritado ya que “una herida de esa magnitud provoca fuerte dolor”.
El hombre dijo que los dueños de casa se acercaron hasta donde estuvo internada la chica esa misma noche y que le dijeron que ella no salió de la propiedad desde que llegó hasta que se fue. Además que en el baño encontraron un preservativo, manchas de sangre y una toalla ensangrentada.
En la causa consta el hallazgo de manchas de sangre y un preservativo usado en un baño de la vivienda.
Según el padre de la menor, ella dio los nombres de todos lo que estuvieron esa noche en esa reunión y espera que eso sirva a la justicia a la hora de tomar las declaraciones.
Por disposición de la jueza Adriana Denise Zajaczkowski, se les tomó declaración a todos los asistentes a la reunión. Así se llevó hasta G., de 15 años, presunto responsable de las lesiones que sufrió la adolescente.
Aún restan una serie de medidas de prueba. Recién después de las mismas, la magistrada decidirá si hay mérito suficiente para detener al acusado.
La víctima, de acuerdo con fuentes policiales, fue asistida por personal del gabinete interdisciplinario de la Unidad Regional Dos. Pero el expediente ya se encuentra en la esfera judicial, con la intervención de profesionales del Cuerpo Médico Forense.
MisionesOnline