Caía la tarde, la llovizna y el cielo gris que acentuaba la angustia. La mayoría de los habitantes del humilde caserío de Villa Sommer, municipio de Guaraní, se congregaron en el templo evangélico para el velatorio de la pequeña Rita Sofía Gallardo, asesinada a golpes, hecho por el que están detenidos su mamá, el concubino y un cuñado.
El cuerpo sin vida de la criatura de once meses llegó con tres horas de retraso desde la morgue judicial de Posadas, donde se realizó la autopsia que confirmó que el deceso se produjo por un “politraumatismo grave de cráneo y paro cardiorrespiratorio”.
Además, se constataron múltiples hematomas en diferentes partes del cuerpo, un corte en la espalda y, para completar el cuadro de horror, lesiones compatibles con quemaduras de cigarrillo.
Golpeado por los detalles de una tragedia incalificable, Ramón Gallardo (57) se quebró al recordar las travesuras de su nietita Rita Sofía, quien llevaba su apellido porque la actual pareja de su hija no era el padre biológico de la niña, precisó.
“Ella era mi mimada. Gateaba y estaba empezando a pararse”, recordó con los ojos brillosos de lágrimas, conmovido por un drama que lo golpeó doblemente.
En tanto, afirmó que su hija también fue víctima de su concubino, identificadao como Isaías B. (19), quien la habría golpeado en varias ocasiones, la sometía bajo amenazas y maltrataba a la pequeña, según le confió la menor en su lugar de detención.
Y no sólo eso, puesto que Gallardo comentó que el sábado su hija le relató detalles de la pesadilla que vivió el último viernes a manos de su pareja y el hermano.
“Me contó que cuando empezó a pegarle a la criatura ella le quiso socorrer, pero el cuñado le agarró a ella y le tapó la boca. Recién le soltó cuando la criatura dejó de llorar”, indicó.
Víctima de abuso
María Lloret (32), madre de la adolescente detenida, aseguró que la relación entre la menor e Isaías B. siempre fue tirante porque el sujeto era muy celoso y no aceptaba a la beba.
En diálogo con El Territorio, comentó que “siempre decía que no quería a la nena porque no era hija de él, que era un estorbo. Por eso cuando mi hija se fue con él le pedí que me deje la beba, pero ella no quiso. Para ella su hija era todo y él la tenía amenazada que si lo dejaba le iba hacer algo”.
Ante la consulta de este medio, Lloret confirmó que su nieta fue engendrada por un abuso sexual que tuvo su correlato en la Justicia. El acusado fue un vecino mayor de edad que estuvo detenido algunas semanas y luego, por decisión judicial, recuperó la libertad y sigue viviendo en el mismo lugar.
“Mi hija le denunció y estuvo preso poco tiempo. Ella igual quiso tener la criatura, no dudó. Después se empezó a ver con Isaías, pero él vivía en la casa del padrastro y ella conmigo. Recién empezaron a convivir hace dos semanas, cuando se mudaron a Oberá”, precisó.
En tanto, hizo hincapié en que el hermano del sujeto no tendría 14 años, como trascendió desde la Policía desde un primer momento.
Al respecto, indicó que “ellos son de acá (Villa Sommer) y nos conocemos de toda la vida. Seguro que no tenía el documento y mintió que tiene 14, pero en realidad anda por los 16 o 17 y tiene que pagar por lo que hizo”.
Antecedentes de violencia
Según manifestó Lloret, el viernes su hija cobró el Salario Universal y su pareja y el hermano compraron alcohol, antesala de la tragedia.
En ese sentido, en diálogo con este medio, el sábado un vecino de Villa Lindstrom indicó que era habitual ver a los hermanos en estado de ebriedad, al tiempo que el viernes escuchó que la beba lloraba mucho.
“No conocía mucho a esos chicos porque hace poco vinieron, pero siempre andaban tomados. Ayer (por el viernes) escuché que la criatura lloraba mucho y después se calló. Más tarde, ya de noche, vi que pasaron corriendo con la criatura alzada”, indicó Vilmar Cardozo, quien reside a metros de la casa de donde mataron a la beba.
Con evidente desconsuelo, Lloret mencionó que “siempre tomaban mucho y mi hija le tenía miedo. Para colmo se fueron a Oberá y ella estaba solita. El viernes cobró el salario y ellos le sacaron toda la plata para comprar bebidas y no sé si se drogaban”.
Además, subrayó los antecedentes de violencia que pesan sobre Isaías B., quien en diciembre habría sido detenido por amenazas y portación ilegal de arma de fuego.
“Él siempre le celaba a mi hija y una noche llegó en mi casa con revólver y machete gritando que ella andaba con otro tipo y que le iba a matar. Hicimos la denuncia y la Policía le detuvo. Por eso mi hija le tenía miedo y no le dejaba”, lamentó.
Por ello, la mujer reconoció “yo le decía que no siga con él, pero ella le quería. Aparte hizo todo lo posible para llevarle lejos y ahí hizo lo que quiso. Sólo pido que se pudra en la cárcel, y el hermano también porque es cómplice”.
“No tiene perdón de Dios”
El caserío de Villa Sommer se ubica sobre la ruta nacional 14. La belleza de los teales contrasta con la pobreza de las familias asentadas en el lugar, la mayoría peones rurales, tareferos y oleros.
La vivienda de los padres de la adolescente detenida tiene las paredes y el techo parchados con plástico, el piso es de tierra y sobreviven hacinados.
“Yo crié ochos hijos con mucho esfuerzo y nunca le hice daño a nadie, por eso no entiendo cómo hay gente tan mala. Lo que le hicieron a mi nietita no tiene perdón de Dios. El tipo ya le maltrataba cuando estaban acá, pero después fueron a vivir juntos y fue peor. Yo le decía a ella que no le convenía, pero decía que le quería”, comentó Gallardo.
El hombre reconoció que tiene poco estudio y siempre se dedicó a las labores de la chacra, por eso “por ahí me faltaron palabras para decirle a mi hija, y ahora es tarde”, graficó con sencillez.
En tanto, aseguró que en la visita que le hizo en la Seccional Segunda le recomendó que “cuente toda la verdad, que no tenga miedo porque nadie le puede hacer nada. Ella quiso socorrer a su beba, pero le agarraron y no pudo hacer nada”.
Por su parte, la progenitora recordó que a finales de enero su hija y su nieta sufrieron un accidente de tránsito con un auto que conducía Isaías B.
“Él estaba borracho y chocaron, pero mi nietita sufrió un corte chiquito nomás”, mencionó respecto del antecedente que consta en el hospital Samic.
Y agregó: “Sabemos que mi hija también fue víctima del asesino y pedimos que pague por lo que hizo, aunque nadie nos va a devolver a mi nietita”. Por el momento la causa está caratulada como homicidio agravado por el vínculo, figura que podría cambiar a femicidio vinculante conforme avanza la pesquisa.
fuente: el territorio
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