La electrizante final del Mundial de Fútbol de Salón que se vivió en el estadio Polideportivo de Montecarlo tuvo entre los más de cinco mil fanáticos al gobernador Hugo Passalacqua, quien observó atentamente, vivó, se emocionó y alentó como uno más de los misioneros en la tribuna.
El mandatario, con una camiseta en las manos, acompañó las instancias definitorias de la jornada que coronó al combinado nacional como campeón de la modalidad que trajo a la provincia a quince selecciones de todos los rincones del planeta y movilizó a miles de visitantes en las tres ciudadades sedes: Montecarlo, Oberá y Posadas y en las subsedes de Puerto Iguazú, Wanda y Eldorado. “Más allá de la alegría de ganar, siempre está la hermandad entre los pueblos”, dijo el gobernador después de acceder a posar para una foto con un hincha del equipo que se consagró subcampeón, Brasil.
Además de la emoción deportiva que contagió a toda la provincia y atrajo la atención de los misioneros principalmente, el evento que comenzó el pasado domingo 31 de marzo se destaca como el más trascendental que se haya organizado y vivido en estas tierras. Passalacqua aseguró que “el orgullo de haber sido anfitriones de esta fiesta deportiva es de todos los misioneros”.
El resultado final de la gran fiesta deportiva fue positivo para los organizadores que evaluaron el desarrollo general como “óptimo y satisfactorio”. Ingresos económicos, promoción turística, difusión y ejemplaridad en cuanto a la atención a los visitantes y el desempeño de los hinchas en las distintas tribunas, son los réditos extras de la competencia mundial que se despidió este domingo a pura emoción.
Atrás quedaron los nervios previos, la concentración en la tarea de cada integrante de las comisiones organizadoras, las ansias por levantar el trofeo final. “Misiones ya es campeona mundial” había dicho el gobernador Passalacqua antes de que se iniciara el campeonato en la Tierra Colorada. Se refería a la posibilidad de concretar aquel sueño por traer la competencia a la provincia, que se iniciara cinco años atrás en Biolorrusia, cuando se ganó la sede. La noche del domingo, se extendió la expresión de deseo y se convirtió en realidad para el equipo nacional en Misiones.
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