Si bien las casi 23 mil personas que asistieron al centro de espiritualidad de la virgen de Fátima lo hicieron en acción de gracias, hubo una petición en común que se repitió en la mayoría de ellas.
Se trata de su preocupación por el país y por el bolsillo del pueblo argentino cada vez más azotado por la crisis económica. El pedido por el trabajo, porque no suban los precios de los alimentos y que se termine la corrupción, estuvieron en el podio de los fieles en una edición más de la peregrinación a Fátima.
Los devotos comenzaron su camino de adoración y fe a las 6 desde la catedral de Posadas hasta el centro de espiritualidad de Miguel Lanús. Grandes, chicos, niños, la familia se unió entre mate, el agua y la torta frita compartida.
“Primero vengo a agradecer la vida, todo lo que Dios nos da. También para pedir por la situación política y económica de nuestro país. Por el sí a la vida y por todos aquellos que sufren persecución por ser cristianos en otros países”, contó Alberto (62).
Acompañándolo en el sentimiento, Abelino (64) de Villa Flor, sostuvo: “Vengo a festejar con la virgen desde el año 1996. Ahora lo hago para agradecer y para pedir por la patria, para que se termine la corrupción y no siga subiendo tanto el precio de la comida”.
Hace 46 años que Irma (71) tiene una imagen de la virgen en su casa y ayer finalmente decidió compartirla en la procesión. “Venimos todos los años a dar gracias y a pedir por la gente, el trabajo, la paz y el amor”, señaló la mujer que estaba acompañada de su esposo Irineo (75), su hijo Ramón (50), su nuera Mayra (29) y su nieta Iara (13).
En tanto Norma (50), Elsa (48) y Benito (57) del barrio Unido de Garupá, unificaron su relato: “Venimos todos los años para pedir por el trabajo, que no falte el pan de cada día en la mesa y a agradecer por todo”.
El camino hacia el señor
“La vida es un don y un regalo de Dios. Al caminar hasta aquí como hijos suyos estamos peregrinando cada vez más hacia su casa. Podemos estar cansados, sentirnos solos, desilusionados o hundidos pero Dios está siempre con nosotros”, arrancó diciendo Fernando Reis, padre superior provincial de la Congregación del Verbo Divino que sustituyó al obispo Juan Rubén Martínez, que no pudo estar presente para la celebración religiosa por encontrarse de viaje. De todas maneras envió un audio, que se escuchó desde los parlantes, manifestando su acompañamiento a la congregación desde la distancia.
Reis también pidió el regreso de los fieles a las iglesias y parroquias de los barrios. “Esto no debería ser una relación comercial, Dios no es un bombero, él nos invita a caminar en su amistad porque no hay mayor amor que el que da la vida por sus amigos”, invitó el religioso al tiempo que llamó a los más jóvenes a ser valientes y a ofrecer su vida al Señor.
La celebración religiosa finalizó cerca de las 11 y dentro del centro de espiritualidad así como en las afueras continuaban los puestos de pollo asado, caburé, churros, torta frita y los infaltables lugares donde se ofrecían imágenes de la virgen, estampitas, rosarios y velas a buen precio.
-El territorio
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