Las lesiones en el rostro que padece Rodolfo Alfredo Barceló (53) grafican la brutalidad con que fue golpeado por el operador de una remisería céntrica que lo atacó por la espalda, según la denuncia radicada ante la Seccional Primera de la ciudad de Oberá.
El hecho se registró en la madrugada del último sábado, alrededor de las 4.30, en la vereda de una empresa de remises de calle Salta al 60.
A consecuencia del brutal ataque, la víctima padeció fisura de cráneo y múltiples contusiones en el rostro, tórax, abdomen y hombro izquierdo.
El agresor fue identificado como Leandro A. (35), quien fue detenido por orden del Juzgado de Instrucción Uno por el delito de lesiones graves.
En diálogo, Barceló relató que el sábado asistió a un evento en un local céntrico y pasadas las 4 se dirigió a la citada remisería con la intención de solicitar un coche para regresar a su domicilio, en el barrio Mousquere.
“Con mi señora somos clientes habituales de esa remisería y nunca tuvimos problemas. El sábado me acerqué a pedir un auto y de muy mala manera el operador me dijo que no llevaban borrachos. Me sorprendió su respuesta porque yo había tomado, pero no estaba borracho. Cruzamos un par de palabras y decidí irme porque lo veía muy irritado. Pero caminé unos pocos pasos y sentí un golpazo de atrás que me noqueó”, detalló.
Lo próximo que recordó el hombre fue estar tendido en la verada al momento que era asistido por una comisión policial que acudió al lugar tras un llamado.
Precisamente, la Seccional Primera se encuentra a una cuadra y media de la remisería en cuestión.
Barceló fue trasladado al hospital Samic, donde le realizaron las curaciones y estudios de rigor, mientras que permaneció internado hasta la tarde del mismo día.
Visiblemente dolorido, se mostró sorprendido por el grado de violencia con que actuó el atacante, a quien fue la primera vez que veía en el lugar, según manifestó.
“La verdad me sorprende un ataque así, porque más allá de que fue a traición, creo que no había motivos. Por las lesiones que tengo, el médico me dijo que me pateó en el piso y me pudo haber matado. Lo más grave es la fisura de cráneo y tengo que hacer control semanal”, precisó.
Por la gravedad de las lesiones deberá guardar reposo 30 días, con el perjuicio que ello implica para su economía familiar, puesto que trabaja en un aserradero y tiene tres menores a cargo.
En tanto, si bien en la jornada del martes el acusado recuperó la libertad, la Justicia de instrucción ordenó la prohibición de acercamiento a la víctima.