Figura del sufrimiento y la paciencia, Margherita Lotti, Santa Rita, es una de las santas más veneradas popularmente y su vida, signada por el machismo reinante de la época (1381-1457), es un ejemplo de fe y perseverancia. Así, no es de extrañar que aún a más de 500 años de su muerte, siga revistiendo gran devoción. Si bien la efeméride marca que su fallecimiento fue un 22 de mayo, la gran celebración en su nombre tuvo lugar ayer en el Centro de Espiritualidad que la honra (Chacabuco y Monseñor de Andrea) de Posadas, con más de 10.000 personas.
Descalzos, con niños en carritos, velas, rosas y réplicas de la imagen de la santa, llegaron algunos peregrinos caminando desde la Catedral hasta el barrio Santa Rita para la misa central que el obispo Juan Rubén presidió en la calle.
Con ese tinte de celebración popular, las oraciones se mezclaron con vendedores ambulantes que tentaban, a quienes tenían mate en mano, a sumar algún sólido al ritual. Al mismo tiempo, el humo de varias parrillas a los alrededores invitaba a los feligreses a continuar el festejo patronal luego de la eucaristía.
Sin embargo, no sólo los vecinos de la zona homenajearon a su santa, sino que muchos fieles llegaron caminando desde lugares más lejanos. Karina de Garupá, por ejemplo, arribó acompañada por su marido y su hija, en una tradicional peregrinación descalza que hace desde hace 20 años.
En tanto, Josefina, también acompañada por su familia (un hijo, nuera y el pequeñísimo nieto) llegó caminando desde la Catedral, oriunda de Miguel Lanús.
Mientras, Juan y Nora, de Villa Urquiza, manifestaron que “desde siempre” asisten a la celebración de Santa Rita y hasta bautizaron a sus hijos allí.
Todos coincidieron en que visitan a la santa para agradecer y ruegan seguir gozando de buena salud.
Atento a la multitud que lo rodeaba, el obispo hizo referencia a la popularidad de Santa Rita, patrona de las causas imposibles.
Además hizo hincapié en el rasgo de la caridad como uno de los principales tónicos que necesita la sociedad individualista de hoy.
“Vivimos en una sociedad que, cada vez más, se va tornando individualista, donde cada uno hace la suya”, insistió el prelado y sumó que es una característica desciende de los lugares de poder.
Por ese motivo, instó a ser más solidarios y alegó que todos tenemos necesidades, sean materiales o no. De la misma manera, manifestó que, tal como los vivió Santa Rita, hay muchos sufrimientos que se suceden en la comunidad.
“Cuánta gente que no tiene trabajo o que tiene trabajo frágil, changas. Jóvenes que empiezan la vida y por ahí no encuentran cómo perfilar el futuro”, ejemplificó y continuó: “Tantas adicciones que crecen como algo normal y hay una indiferencia grandísima en nuestro ambiente. Nadie habla de cómo combatir este flagelo en la sociedad. Porque algunos lucran con esto”.
Así, no sólo destacó que se le pide a Dios su misericordia ante todo esto, sino que todos están llamados a la santidad. “No tendría sentido que pidamos misericordia si esto no se replica en nosotros”, explicó.
Finalmente, entre estampitas de la santa, ofertas en artesanías y comidas, el grupo más grande de fieles comenzó a despejar la calle, mientras el vecindario continuó la celebración.
El miércoles, día de Santa Rita de Casia, habrá en la parroquia homónima misas desde las 7 hasta las 21 y también bautismos.