El mismo hombre que cuando fue empresario, dueño de la empresa Iecsa, junto al gobierno de Misiones en los 90, construyó una de las rutas más angostas e inseguras de la provincia (la 103). Lo hizo sobre dos puentes antiguos (Acaraguá y el Torto), habiendo licitado los dos puentes en ese momento, para construirlos nuevos junto a la ruta; no lo hicieron.
Luego el puente sobre Arroyo Acaraguá se derrumbó, llevándose como víctimas fatales a vecinos; víctimas del negocio y de la desidia en los años siguientes. La construcción de los nuevos puentes (que debieron construirse en 1995) los realizó nuevamente Iecsa en los últimos cinco años.
Hoy Macri es presidente, y se olvida de su pasado. Un pasado que, junto a los gobiernos de turno, trajo tanta injusticia y penuria a la Zona Centro-Uruguay de Misiones. Sin mencionar que las fotografías de expone el presidente como «comparativas» corresponden a lugares totalmente diferentes.
Si no conociera esa oscura historia, también me compraría el verso de «persona honesta y no corrupta» que empezó a aparecer por los canales de televisión con discursos positivistas, pero me crié con esa historia, con esas realidades que provocaron tanta contaminación al Valle del Acaraguá. Es parte de mi vida y la de tantos vecinos.
Ahora, los puentes están ahí, afortunadamente están ahí después de más de 20 años negociando con la esperanza de todo un pueblo.
¡Hay que festejarlo con bombos y platillos! Porque «no es lo mismo…»
Por Joselo Riedel.