Un total de 20 secaderos de yerba mate están en proceso de certificar en Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), herramienta que financia el INYM con el máximo organismo en la temática, el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM), y como parte de la políticas orientadas a mejorar la calidad del producto alimenticio para posicionarlo cada vez más en el mercado nacional e internacional.
De los 20 secaderos, 9 se encuentran en la etapa final y podrían obtener próximamente el sello de BPM. Con las BPM “tenemos la certeza de que nuestro producto se obtiene optimizando los procesos de elaboración”, reseñó el ingeniero Alberto Re, presidente del INYM. En las normas IRAM para yerba mate, que se hicieron específicamente para este producto, “se contempla también la seguridad del personal y la preservación del medio ambiente”, explicó por su parte Federico Christen, auditor de IRAM.
Sobre cómo se trabaja con cada establecimiento, indicó que “lo que se hace es trabajar en función de las mejoras que necesitan y en el plazo que se pone cada secadero o molino, se busca alcanzar la certificación; después hay un seguimiento con auditorias que pueden ser cuatrimestrales o semestrales para ver si se mantienen esas condiciones”.
El INYM comenzó a aplicar el programa de BPM hace cuatro años en la zona productora (Misiones y norte de Corrientes). Como resultado, en el año 2018 fueron certificados los primeros 7 secaderos, actualmente hay 20 que están en proceso de certificación (9 en la etapa final) y otros 6 fueron inscriptos en este 2019, todos con la meta de optimizar la elaboración del producto alimenticio y adecuarlo a las exigencias de los mercados.
A partir del presente año, el INYM también pone esta posibilidad a disposición del sector de la molinería. Así, son 9 los molinos, molinos o fraccionadores de la yerba mate comenzaron la capacitación en BPM, con auditorias y capacitación de IRAM.