Una mujer policía señaló a un oficial como el autor del disparo en el ojo que terminó con la vida de Víctor Márquez Dos Santos. Toda la comisaría fue desafectada y siete policías que trabajaban esa noche, están detenidos.
SANTA ANA. La muerte por fusilamiento de Víctor Fernando Márquez Dos Santos, de 16 años, sacudió a los vecinos de la localidad costera del río Paraná, vinculada con la chipa pero también conocida como zona caliente del tráfico de drogas.
En ese sentido estuvo orientada la primera parte de la investigación del asesinato del adolescente ocurrido entre la noche del viernes 23 y la madrugada del 24 agosto, hace una semana.
Tal vez bajo amenazas, los policías intervinientes hicieron que se pensara en un ajuste de cuentas vinculado al mundo narco.
Pero alguien se quebró. Una testigo presencial que no soportó la imagen de su compañero uniformado disparándole en el ojo derecho al adolescente, al que segundos antes habían interceptado con la patrulla y estaba de rodillas frente a su verdugo. Todo ocurrió sobre una calle terrada a un costado de la escuela de Comercio nº10.
Alarma oficial
La confesión de la mujer policía que integraba la patrulla que interceptó a Víctor esa noche, cambió todo.
Conocida la nueva línea de investigación, rápidamente el gobierno salió a dar señales de orden y confianza hacia la comunidad que ya no les cree; y reclama además la continuidad de la investigación en manos de la Gendarmería Nacional.
En Santa Ana no quedó más remedio que desarmar por completo la comisaría local: 24 policías que prestan servicio allí fueron relevados y otros siete, que estaban de guardia la noche del asesinato, están detenidos y sus domicilios fueron allanados por orden del Juez penal en turno, Fernando Verón.
La investigación interna y el castigo a los responsables será fundamental para limpiar la imagen de la Policía en la comunidad. Para llevar ese trabajo adelante, desde la Jefatura determinaron poner al frente de las actuaciones del caso al subjefe de la fuerza, José Roberto López; y al comisario mano dura Miguel Ángel Centurión, como interventor de la comisaría que ya tiene nuevos integrantes.
Doble tragedia
El brutal asesinato de Víctor Márquez Dos Santos trajo como consecuencia la muerte de su padre, Eriberto Márquez de 66 años, como consecuencia de una insuficiencia cardíaca. El corazón no soportó el dolor de sepultar a su hijo.