Como resultado de la práctica de re inserción social, mujeres privadas de su libertad incorporadas al período de prueba tendrán un puesto en el Mercado Concentrador de Posadas.
Allí comercializarán los productos elaborados y logrados por las mujeres de la Unidad Penal V en los diferentes talleres que dictan en conjunto distintas organizaciones que forman parte del programa de Inclusión Social.
La propuesta de vender lo que elaboran en estos talleres nace de las propias mujeres, quienes vieron –después de participar de varias exposiciones- que es posible integrarse y ser trabajadoras independientes al momento de su egreso. El objetivo de este convenio entre el Mercado y la Unidad Penal es lograr la reinserción social de estas personas, que atenderán el puesto con la venta de blanquería, marroquinería, plantas ornamentales y dulces. Todos los productos son elaborados con material reciclado y donaciones, en los que ellas expresan toda su creatividad.
Al respecto, la directora de la Unidad Penal V de Mujeres, Valeria Mereles, explicó que los responsables del Mercado Concentrador de Posadas tomaron contacto tras conocer el trabajo e interesarse por la propuesta. “La idea es promover la reinserción social, por lo que esto nos parece un buen punto de inicio”, puntualizó. A través de esta oportunidad, las mujeres del penal trabajarán como emprendedoras independientes y generarán ingresos económicos para el sustento diario. Esta será una experiencia más que se suma a la participación en diferentes eventos.
Por su parte, la coordinadora del Mercado Concentrador, Paula Andrea, señaló que organizan la logística y promoción de lo que ofertarán en este comienzo de una nueva vida, que “las posiciona de otro modo en la sociedad con la que se reencontrarán”. Insistió en que se busca un gran impacto, porque la idea es que “estas personas sientan que pueden reinsertarse en la sociedad, que tienen un lugar donde compartir y vender”.
Trabajo mancomunado
Son varias las organizaciones que participan y acompañan esta iniciativa, entre las que figuran la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura, la Dirección de Capacitación y Centros de Mediación Comunitaria de la Municipalidad de Posadas y la Agencia de Desarrollo de Misiones (ADEMI). Esto posibilita a las mujeres privadas de su libertad adquirir nuevas habilidades y volver a una sociedad, que no es la misma que ellas dejaron al momento de ingresar al penal.
Para Mereles, esto beneficiará a todas para que sigan capacitándose y puedan incorporarse a la sociedad con un oficio. Sobre lo que se comercializará próximamente adelantó que “es lo producido en el taller de costura, artesanías, tejidos en crochet, pintura, plantas ornamentales y mermeladas de frutas de estación, entre otros”. Dentro del Penal, las mujeres también trabajan en la huerta y producen sus propias verduras para el consumo interno y el personal de la unidad penal.
“Una vez que el puesto atienda al público será un objetivo cumplido y una parte fundamental de nuestra función, más allá de la custodia”, concluyó Mereles. Por medio de esta apuesta, las mujeres del penal se harán conocer desde otro lugar y podrán demostrar que existe la reinserción social de las personas privadas de su libertad.
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