La Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) será escenario este domingo del último debate presidencial antes de los comicios del 27 de octubre. La modalidad de las exposiciones será idéntica a la del anterior, pero habrá nuevos temas sobre los que tendrán que pronunciarse los seis candidatos.
Al igual que hace siete días en Santa Fe, Mauricio Macri, Alberto Fernández, Roberto Lavagna, Nicolás del Caño, José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión están convocados desde las 21.
Macri llega envalentonado por el respaldo popular que recibió en la marcha del millón del «Sí se puede», este sábado en la avenida 9 de Julio. Se espera verlo más enérgico que en el debate de Santa Fe, uno de cuyos ejes fue la economía. Allí al Presidente le tocó recibir golpes de Alberto Fernández. Esta vez, Macri intentará sacar ventaja hablando de las causas de corrupción que involucran a funcionarios kirchneristas.
Seguridad; empleo, producción e infraestructura; federalismo, calidad institucional y rol del Estado; y desarrollo social, ambiente y vivienda serán esta vez los ejes convocantes.
Por el lado de Fernández, se prevé que mantenga el tono acusatorio que mostró en el debate santafesino y durante sus intervenciones en la semana. El postulante peronista seguirá acusando a Macri de «mentir» acerca de lo prometido en 2015 y lo que finalmente fue su gobierno.
Los periodistas María ODonnell y Marcelo Bonelli, y Mónica Gutiérrez y Claudio Rígoli tendrán la responsabilidad de moderar un debate que en la previa aparece como más caliente que el primero.
Macri será el primero en hacer uso de la palabra -tal como surgió del sorteo correspondiente, seguido por Nicolás Del Caño, Roberto Lavagna, José Luis Espert, Fernández y Juan José Gómez Centurión.
Al igual que en el debate anterior, cada uno de los participantes del debate tendrá 45 segundos como introducción, expondrá cada tema dos minutos y habrá dos rondas de treinta segundos para ampliar o interpelar a otros candidatos. Asimismo, para el final, el cierre tendrá una duración de un minuto para cada uno de los postulantes.
En caso de que el próximo domingo se abra un escenario de balotaje, está previsto un tercer debate para el 17 de noviembre.
Cómo llegan
Alberto Fernández cuenta con la ventaja de que la Facultad de Derecho es su casa: juega de local, ya que es profesor de esa casa de estudios.
En el primer debate, las estrategias se invirtieron. Fernández, que es quien va primero en las encuestas, debía arriesgar menos, pero pasó a la ofensiva. De hecho, su famoso «dedito acusador» fue utilizado por Macri en su contra durante toda la semana.
Esta vez, se supone que Macri debería mostrarse más enérgico, sobre todo para convencer a los indecisos. Tal como dijo el Presidente en sus últimas marchas del «Sí se puede», el gobierno basa sus esperanzas de la segunda vuelta en dos ejes: la mejor fiscalización que esperan tener y lograr que más gente que no votó en las PASO se acerque a las urnas el próximo 27.
Alberto está tranquilo por la comodidad que le dan los números en la previa, aunque también lanzó un spot para convocar a sus seguidores a ir a votar.
Respecto de los otros postulantes, Lavagna, quien lució apagado en el primero, también debería hacer un esfuerzo por mostrarse más candidato y transmitir mayor firmeza.
Espert, quizás uno de los más sólidos del primer debate, seguirá en su línea, lo mismo que Gómez Centurión, criticado en el primer intercambio por haber basado demasiado su candidatura solamente en la cuestión del aborto y el orden, sin exponer otras ideas relevantes.
Arrancó la semana decisiva de la campaña, cuando los indecisos terminan de definir su voto. Eso lo saben los candidatos y comprenden que los 13 minutos promedio que tendrán hoy quizás sea su última chance de llegar con su mensaje a millones de personas.
fuente cronica