El ámbito educativo tomó la posta ante una problemática que se instaló en la sociedad y que urge eliminar: el maltrato infantil.
Por eso la Dirección de Nivel Inicial dependiente del Consejo General de Educación (CGE) de la provincia lanzó un programa denominado “Dale me gusta al buen trato infantil”, una estrategia que busca retomar el contacto fluido de los niños con sus familias, fomentando los valores de respeto, empatía y tolerancia.
Es que las cifras son atroces. Según la información recolectada, procesada y difundida por el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec), durante el 2017 la Dirección de Violencia Familiar y de Género -Línea 102- dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia, recibió 222 denuncias telefónicas y el 77,9 por ciento de las víctimas eran menores.
En el 59 por ciento de los casos, los agresores eran sus propios padres. Incluso, hace algunas semanas salió a la luz el caso de una maestra de sala de 3 de la Escuela Normal Mixta que fue denunciada porque ejercía violencia física para disciplinar a sus alumnos. Esto llamó a generar estrategias que permitan rescatar valores y actitudes para favorecer las buenas relaciones interpersonales e intrafamiliares y la sana convivencia.
Cambios en la conducta
Por su parte, la titular de UDPM, Stella Maris Leverberg, destacó: “Los hechos concretos son en primer lugar encuentros, juegos, recreación, talleres, puesta en debate con los adultos. En segundo lugar, hacerle saber a los chicos que cuando sufren alguna situación violenta la tienen que contar, que vamos a estar ahí para ayudarlos”.
“Muchas veces se lo guardan y manifiestan cambios de actitudes, trastornos en sus conductas, retrasos escolares en el rendimiento académico, en su integración con los otros. Son manifiestos concretos producto de estas situaciones que las podemos evitar”, agregó.
Por eso, con el objetivo de resguardar la integridad física y mental de los infantes, -el sector más vulnerable en la formación de la personalidad- el programa funcionará además como campaña preventiva y concientizadora, motivando la relación entre padres e hijos a través de actividades compartidas, fomentando así los lazos afectivos.
En una entrevista con este medio, Marcelo Sussini, abogado de la Defensoría de los Derechos del Niño, Niña y Adolescentes había expresado:
“Un gran factor a trabajar es la concientización y visibilización de que los niños siempre son víctimas de violencia, que existen normativas que prohíben eso y que lastimosamente al día de hoy no las reconocemos. La violencia no es un correctivo”.
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