Una nena de 10 años está embarazada producto de un abuso sexual y se encuentra internada en el Hospital Materno Neonatal del Parque de Salud, en Posadas.
La niña se encuentra estable, cursa la semana 28 de gestación y, de acuerdo a lo que se pudo relevar, el embarazo es consecuencia de la violencia sexual ejercida por su hermanastro de 15 años.
Como lo establece el marco legal, las autoridades del nosocomio realizaron la denuncia policial correspondiente, dado que, según el Código Penal, se presume que toda adolescente menor de 13 años embarazada es víctima de violencia puesto que el consentimiento sexual no es válido en esta edad.
Este tipo de situaciones exige dar aviso a la Dirección del Menor, Familia y Discapacidad, que es la autoridad de aplicación de la Ley de Protección Integral de Niños y Adolescentes para que puedan brindar acompañamiento en el proceso de restitución de sus derechos, además de notificar a la Fiscalía Penal más cercana o a cualquier dependencia judicial penal.
La menor está acompañada de su madre en el hospital y ambas viven en Posadas.
Cuando se trata de embarazo adolescente no deseado (en este caso tipificado como temprano), además de notificar a las autoridades judiciales pertinentes, desde el campo medicinal se debe seguir un protocolo estricto mediante el cual la paciente ingresa en un circuito de tratamiento específico debido al riesgo que representa.
Se supo que la niña seguirá con el embarazo, pese a la legislación vigente, como así también habría manifestado intenciones de continuar la escuela.
En Argentina, en 2012 a través del fallo FAL, la Corte Suprema ratificó que no son punibles los abortos en casos de violación, sin importar la salud mental de la mujer.
En Misiones, la práctica se lleva adelante en el Hospital de Fátima, donde la mayoría de las intervenciones son con una pastilla. Hay dos tipos de abortos: farmacológico y quirúrgico.
El embarazo adolescente temprano es parte de una realidad en la provincia que resulta complejo revertir. En febrero, se conoció que una niña de 12 años oriunda de Eldorado estaba embarazada de gemelos. En junio, dio a luz a sus varones en el Neonatal mediante un parto programado, ya que el alumbramiento se dio por cesárea.
Esa vez, el Departamento de Acción Social de Eldorado intervino en la causa tras una denuncia de una vecina.
El acusado de abusar sexualmente de la pequeña, un hombre de unos 28 años con quien la nena vivía sin compartir lazos sanguíneos, sigue prófugo de la ley.
La guía prevé el derecho al aborto
Misiones presentó la Guía de Atención Integral de Niñas y Adolescentes embarazadas menores de 15 años, al tiempo que reconoció una problemática difícil de combatir: el abuso sexual infantil.
El miércoles en el acto oficial y ante la presencia de autoridades de Unicef, el ministro de Salud, Walter Villalba, manifestó con orgullo que la provincia había reducido sus cifras en los últimos cuatro años: de 24,4% en 2016 a 18,1% este año. Sin embargo, hay una franja etaria que se mantiene y reviste mayor preocupación porque está ligada a una situación de delito. Son niñas de entre 10 a 14 años. En 2018, nacieron 198 bebés de chicas que no superan los 14 años. “Todos los años tenemos unos 200 casos”, dijo el funcionario.
Salud es una cartera clave en la puesta en marcha de esta guía dado que será distribuida y aplicada en los hospitales de la provincia.
Entre otros puntos, hace referencia al embarazo infantil forzado. “Son casos de niñas menores de 15 años que quedan embarazadas sin haberlo buscado o deseado. Se incumple cuando no se le da a la niña información para que decida o cuando no se le ofrece interrupción legal del embarazo y se actúa como si no hubiera otra posibilidad más que continuar con el embarazo”, señala la guía.
El abordaje prevé para todos los casos de embarazo adolescente una consejería en derechos que incluya desde el asesoramiento sobre las opciones de maternidad, adopción o bien el derecho a la interrupción del embarazo por causal de riesgo en la salud o por violación.
“El equipo de salud debe emplear estrategias de escucha que les permita evaluar cada caso en su especificidad. El rol activo en la detección es clave, para ello el equipo deberá registrar todas las intervenciones”, establece.
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