NOTA EDITORIAL POR Jorge Mielniczuk
La preocupación pasa por lo económico y lo social, más que la conformación de los gabinetes de los gobiernos que si bien son importantes y son el equipo de trabajo con el cual se debe gobernar y hacer frente a las difíciles situaciones que se presenten a resolver en lo inmediato. Faltan 20 días para la asunción de las autoridades y siguen las incertidumbres en torno al gabinete provincial y municipal.
En el ámbito provincial asume un nuevo gobernador con una impronta diferente a la llevada adelante por Hugo Passlacqua, con amplia aceptación social según lo siguen mostrando los sondeos de imagen que lo ubican al gobernador por encima del 70 por ciento de imagen positiva, en un porcentaje similar al obtenido en la consagración de Oscar Herrera Ahuad, como gobernador.
Herrera Ahuad, más allá de los cambios que pueda efectuar en su gabinete no se saldrá del modelo político económico con el que se viene manejando la provincia desde hace varios años. La de manejarse con los recursos proprios y evitar el endeudamiento llevando adelante los postulados del misionerismo. Una de las improntas que anunciara Herrera Ahuad, es la de trabajar fuertemente con el sector agrario provincial, para potenciarlo y hacerlo crecer en la idea de la soberanía alimentaria, como así también trabajar más sobre la cuestión cultural, sin dejar las banderas renovadoras de apostar fuerte a la educación, a la salud y a la contención social.
En el caso del intendente Carlos Fernández, quien fue electo por un amplio margen de votos que se interpreta en idéntica proporción como aprobación a su gestión, por ello no es una preocupación la conformación o cambios en su gabinete, salvo que quiera potenciar algún área en particular o busque apuntalar a alguien de su grupo para que se perfile para sucederlo dentro de cuatro años, pero es algo muy prematuro y que seguramente no estará por el momento en la consideración del intendente Fernández.
En el ámbito municipal el presupuesto de gastos y recurso para el próximo año. El presupuesto que envió el ejecutivo solicitaba un incremento del 41 por ciento en comparación al presupuesto del año pasado en el cual existía, por parte de nación, una restricción de no aumentar por encima del 20 por ciento los presupuestos provinciales y municipales, según la expectativa inflacionaria presupuestada y estimada que nunca se cumplió, y que para este año prevé terminar cercano a un 60 Por ciento anual.
El presupuesto municipal será de 933.650.000 de pesos, mientras que para el Concejo Deliberante se aprobó un presupuesto de 26.580.000, es decir 24 por ciento y para la Defensoría del Pueblo 3.900.000 es decir el 35 por ciento
Por otra parte, tuvo entrada formal el pedido de la empresa prestataria del servicio urbano del pedido de aumento que deberá resolver el próximo concejo deliberante. Quedando el interrogante si volverán los subsidios nacionales al transporte público, que es una de las maneras de ponerle dinero en el bolsillo a los trabajadores.
En lo inmediato el gobierno provincial al igual que los municipios al pago de los aguinaldos y en el caso del municipio de Oberá, de cerrar un aumento salarial al básico que estaría ubicado entre el 10 y el 15 por ciento solicitado por los gremios.
Atrincherado en que la culpa es de los otros
Se busca ocultar el fracaso de la gestión del presidente Mauricio Macri, y de la coalición gobernante, con el evidente argumento de que recibieron un país destruido y lo dejan en condiciones de crecimiento económico, es decir que niegan haber fracasado en la implementación de la política económica, pro factores externos e internos, por culpa de los electores, a quienes descalifican como planeros, cabeza de termos que no vieron, entendieron y comprendieron la gran gestión encabezada por Macri, que según el y sus seguidores no se podría haber hecho magia y corregir los errores de décadas.
Pero esos electores a los que descalifican, son los que en su momento creyeron las promesas electorales de que la inflación no seria un problema, que habría creación de fuentes laborales de calidad e incluso, Macri en su momento, llego a hablar de pobreza cero y su gestión termina en emergencia alimentaria, con un alto índice inflación y de pobreza.
Evidentemente la idea de seguir negando sus responsabilidades de gobierno tiene el acompañamiento de los grandes grupos mediáticos como es el caso de clarín, que siguen brindando protección mediática al macrismo, y les servirá de trinchera para tratar de lograr mantener poder y peso como oposición y con la idea de poder retornar al poder en un periodo que no sea mayor al de 8 años.
Las características del presidente electo Alberto Fernández, son diferentes y la dirección es la de asumir el gobierno con una impronta diferente a la que fueron los 12 años de gobierno kirchenrista. Queremos volver para ser mejores ¡, decía en su discurso el presidente electo quien recibe un país muy mal económico y con un pronóstico para el próximo año no muy alentador, por el alto nivel de endeudamiento externo y los vencimiento de los servicios de la deuda y con pocas reservas en el banco central. Pero con la idea de reactivar la economía y poniéndole dinero en el bolsillo al sector de los trabajadoreses.
Es más que evidente que el macrismo se retira sin admitir su fracaso, es por ello que no se quieren retirar en silencio, sino que con el auto elogio de que fueron lo mejor que gobernó lo últimos años el país. Por ello seguirán con el latiguillo de las causas de corrupción que la justicia deberá definirlas en los próximos meses y años, denuncias que fueran denunciadas como persecución política por las faltas de pruebas y los pocos claros manejos de la justicia federal, usada como instrumento político para amedrentar a la oposición y usarlo como herramienta electoral. Nunca pensaron que las cosas le saldrían tan mal y que creyeron que con las denuncias les alcanzaba para permanecer en el poder y asi justificar las medidas económicas que fueron implementando.
Veremos con el cambio de gobierno, que rumbos tomara la justicia, el presidente electo hablo de cerrar la grieta y que la idea es no volver al gobierno con revanchismos, aunque las heridas que quedaron en la sociedad son amplias y profundas, y que van mucho más allá de la grieta que separan y califican a ricos de pobres.