«En este periodo se dispara la venta y los precios están bastantes altos, hablar de un bronceador de buena calidad está por encima de los 500 pesos y después con factores más altos cerca de los mil pesos», destacó Schiavo.
Además puntualizó en cuanto a los valores de los repelentes existe un abanico de posibilidades y alternativas que no altera la economía familiar, «hay muchas alternativas porque después del dengue surgieron varias marcas , y eso hizo que bajaran los precios. Están desde 70 u 80 pesos las cremas que están en envases pequeños y después los aerosoles de mayor tamaño cuestan 300 pesos pero sirve para un grupo familiar».
Finalmente detalló que el porcentaje de aumento fue de alrededor de 50 o 60 por ciento en comparación con el año pasado, «es decir que acompañó lo que fue la inflación».