Ya se aplican en Misiones los nuevos impuestos internos para vehículos, fijados por ley nacional. En consecuencia los precios de los denominados automóviles de “alta gama” ya subieron alrededor del 30%.
Debido a la considerable suba en el valor de los autos, la gran mayoría de las comercializaciones fueron suspendidas por los clientes. Así lo contó el empresario misionero del rubro, Carlos Lowe.
El tributo fijado por ley nacional para todos los modelos 0km que tengan un precio de venta al público desde $1,8 millones, provocó una importante brecha entre estos vehículos y aquellos que quedaron exentos.
“Es un impuesto a los vehículos de alta gama que impactará en el mercado porque ya no se van a importar estos autos, porque ingresan con otra tasa”, indicó el empresario misionero a este Diario. A la vez que relató que un automóvil del segmento premium hoy cuesta unos $2,7 millones cuando antes estaba $2 millones aproximadamente.
Para Lowe “el mercado de alta gama prácticamente va a desaparecer” y añadió que “se estima que las terminales no van a traer estos vehículos para ponerlos en el mercado, porque es muy difícil venderlos en la actualidad que vivimos en el país”.
También confirmó que “todas las operaciones que estaban encaminadas por estos vehículos ya fueron suspendidas”.
2019, el peor año
En 2019 el mercado automotor tuvo un año para el olvido y para los comerciantes del rubro, los indicadores no son alentadores para lo que resta de 2020.
Lowe graficó que “una persona para comprar un automóvil intermedio necesita al menos 18 sueldos, mientras que antes se requerían 11 salarios. Esto quiere decir que la renovación de coches pasó de dos a cuatro años”.
En este sentido, la consultora Invenómica y los integrantes de la Asociación de Concesionarios de Automóviles de la República Argentina (ACARA) presentaron un informe con las cinco claves que frenan la recuperación del mercado automotor argentino.
El primer lugar: la relación entre el precio de los autos y los ingresos de los consumidores. Seguido de la caída de la capacidad de compra de los salarios. El costo de mantenimiento. La falta de financiación. Y por último, la falta de confianza del consumidor a mediano plazo.
Por eso, desde el sector automotriz se buscan alternativas para reactivar la misma. En este marco, se mencionó la posibilidad de llegar a acuerdos con la Nación para futuras promociones en el rubro, a lo cual Carlos Lowe remarcó que “el Gobierno puede hacer alguna promoción impositiva para la compra de vehículos y como caso hay rumores de deducir de Ganancias las cuotas de los autos. Podría ser una medida importante para revertir esta situación”.
Además, pidió que “bajen un poco los impuestos a los vehículos de baja gama para fomentar el consumo. Más allá del descenso de precios de autos, es indispensable que la gente aumente su poder adquisitivo. Antes la cuota de un automóvil rondaba los $8.000 y hoy, esa misma cuota de ese coche, ascendió a $25.000”.
Por otro lado, el referente del sector sostuvo que “creo que los planes de ahorro se van a empezar a reactivar, por más que las cuotas se vayan reajustando será lo primero en reaccionar porque las ventas convencionales bancarizadas con cuotas de $40 mil son inviables; entonces a través de una mensualidad de $12 mil será la única forma de comprar un auto, porque comprar al contado es imposible”.
Finalmente, admitió que “en el último mes del año pasado hubo una readecuación de precios cercano al 3% en las unidades”.
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