Un adolescente se encontraba pescando con un amigo cuando un pez espada saltó del agua, le atravesó el cuello y lo tiró al mar. Tras una odisea para llegar al hospital más cercano, fue operado exitosamente
A través de la historia y de los años, ocurren hechos curiosos y extraños que se transforman en las noticias más insólitas que las que alguien se pueda imaginar.
En Indonesia, un adolescente resultó herido tras el ataque de un pez espada que le atravesó el cuello con el pico aplanado característico de esta especie, mientras se encontraba pescando con un amigo.
Según ha contado el joven de 17 años a un medio estadounidense, el pez saltó del mar y se abalanzó sobre su cuello, con tal fuerza que provocó su caída al agua. El adolescente llamado Muhammad Idul, tuvo entonces que llegar hasta la orilla a nado y apresurarse a llegar al hospital más cercano para ser atendido.
Muhammad estaba realizando un viaje de pesca nocturno con un amigo del colegio cuando fue impactado por el pez espada. “Un pez espada saltó repentinamente del agua y me apuñaló en el cuello“, cuenta el joven al mismo medio, explicando como la mandíbula del pez atravesó su cuello desde debajo de su barbilla hasta la base del cráneo.
El joven debió vivir una pesadilla en su carrera hacia el hospital más cercano, que se encontraba a unos 90 minutos de distancia. Mientras, el pez seguía su lucha y golpeaba al adolescente para tratar de escapar, lo que obligó a Muhammad a agarrarlo y sujetarlo con fuerza para que no empeorara su herida.
El pez, de unos 77 centímetros de largo, se mantuvo atravesando el cuello del adolescente durante todo el trayecto de camino al hospital que hicieron los dos jóvenes, luego acompañados por el padre del herido. Una vez ahí, los médicos tuvieron que cortar todo el cuerpo del pez espada menos la cabeza, que es la que estaba atravesándole el cuello hasta la parte trasera del cráneo.
Al no disponer del material necesario para realizar una operación tan delicada como reitrar el pico del pez del cuello del joven, tuvieron que trasladar a Muhammad a un hospital provincial en Makassar, la capital de Sulawesi del Sur (Indonesia), ante la mirada sorprendida de los profesionales que nunca habían presenciado nada parecido.
Finalmente, necesitaron a cinco especialistas para extraerle el pico con cuidado en una operación que se prolongó durante una hora. Ahora, ya a salvo y con el cuello vendado, Muhammad y sus familiares respiran hondo porque todo ha salido bien.
Aunque el joven todavía tiene movilidad reducida en el cuello (no puede girarlo hacia el lado derecho) y debe quedarse unos días en el hospital, ya está pensando en la próxima vez que se adentrará en el mar para pescar de nuevo. “Solo necesito ser más cuidadoso la próxima vez. El pez espada no tolera la luz, por eso saltó del agua y me apuñaló”, confesó.
FUENTE PRIMERA EDICIÓN