La piel es el órgano más versátil del cuerpo, y el único que está siempre en contacto directo con el exterior.
Tal es así que funciona como protector de los agentes externos, como puede ser los diferentes climas, los elementos, bacterias, además de que tiene la función de eliminar algunos residuos del cuerpo. También es el órgano que contribuye a la producción de vitamina D, controla la temperatura del cuerpo, y puede llegar a avisarnos sobre enfermedades, ya sea por manchas o cambios de color o texturas. Además, nuestra piel es nuestra carta de presentación y por lo tanto siempre deseamos que se vea tersa, radiante, sin manchas ni granos, y con un aspecto radiante y luminoso.
Por todos estos motivos, y por muchos tantos más, garantizar su cuidado es algo fundamental. Pero ¿cómo hacerlo?
Limpieza
Para mantener una piel saludable, es importante mantenerla limpia. Sin embargo, lavarla de forma constante con jabón puede secarla y eliminar su propio lubricante natural. Por eso, se recomienda lavarla solo dos veces por día; una vez al despertarse por la mañana, y luego por la noche antes de dormir. Además, es importante verificar que el jabón utilizado para la limpieza no produce irritaciones.
En caso de necesitar productos que ayuden a la humectación y limpieza de la piel, siempre se debe optar por productos “hipo alergénicos” que registren certificaciones y no produzcan reacciones adversas. Nu Skin Latinoamérica puede ayudar en este sentido, ya que elabora productos especializados para cada tipo de piel y su necesidad, ofreciendo y garantizando la mejor calidad.
Cuidado frente al sol
Uno de los mayores riesgos que tiene la piel es el exceso de la luz solar. La exposición constante o excesiva al sol puede traer no solo afecciones como sequedad, quemaduras y manchas, sino peores complicaciones como cáncer de piel. En este sentido, también es fundamental el uso de protectores solares que tengan factor de más de 15 para los adultos, y de más de 30 para los niños. Los protectores solares bloquean las radiaciones ultravioletas que pueden ser muy dañinas para la salud, por eso es recomendable utilizarlo y volver a colocarlo cada dos horas en días de sol.
Alimentación saludable
Llevar una alimentación saludable es otra de las formas de cuidar la piel, y de que está se vea sana y reluciente. Se trata de incorporar frutas, verduras, legumbres y cereales a las dietas, y proteínas magras. Además, es importante incluir alimentos ricos en grasas omega 3 y frutas ricas en vitamina C. También se recomienda beber abundante agua e infusiones de manzanilla, té blanco, verde o romero que son muy ricos en antioxidantes.
Cuidados de invierno
En invierno, la piel necesita de un cuidado especial, ya que está expuesta a condiciones difíciles como los cambios de temperatura, la lluvia, el viento y el frío excesivo. En este punto es fundamental cubrirla de la mejor manera y utilizar cremas hidratantes corporales que hagan frente a estas condiciones externas.