La paralización total de las industrias de cigarrillos provoco un desabastecimiento en todo el país, hasta incluso los denominados “truchos o de contrabando” han desaparecido.
Fumadores ansiosos recorren sin mucha suerte los kioscos, aquellos que encuentran lo consiguen pero pagando dos o hasta tres veces el valor real por un paquete.
Las plantas de las dos cigarrilleras más importantes, Massalin Particulares y BAT, en Merlo y Pilar respectivamente siguen cerradas, como así también la cuestionada Sarandí. Como consecuencia, tampoco abrieron bocas de compra en Misiones.
Las industrias presentaron al estado bonaerense una serie de alternativas con exigentes protocolos como para reabrir las plantas y producir, hasta el momento no han podido convencer a las autoridades.
Mientras tanto, se supo ayer que las industrias habrían pedido al estado argentino las estampillas correspondientes para importar desde Chile, Brasil y México para abastecer al mercado argentino.
La medida calmaría a los “fumadores” y provocaría no pocos inconvenientes a la economía argentina. No solo se estaría sustituyendo mano de obra local, sino también dejarían de lado al tabaco argentino y con el riesgo de perder mercados a los que hoy vende argentina sus cigarrillos.
Por último, un dato que pone “fiebre” al sector tabacalero de la argentina y a los propios gobiernos de las provincias que producen, el fondo especial del tabaco, sigue perdiendo ingresos
Fuente MOL